En abril se cumplirán 8 años de la primera vez que la banda británica, Arctic Monkeys, visitaron nuestro país para ofrecer un show desastrozo en el Estadio Azteca que a pesar de dejar decepcionados a los asistentes (y no precisamente por el performance) se convirtió en algo memorable. A continuación te explicamos porqué.
Eran las 8.00 pm y, todas las miles de personas que pagaron su boleto comenzaron a ingresar al lugar. Sin embargo, desde un inicio los promotores no supieron dónde ubicar al público en las zonas que les correspondían y finalmente todo terminó por salirse de control.
Ya para las 9.30, en el Estadio Azteca ya se encontraban cerca de 18 mil personas. Por lo mismo, la gente comenzó a amontonarse y empujarse hasta derribar la valla improvisada que dividía las secciones General y Preferente, permitiendo que quienes tenían boleto en General avanzaran hasta la zona Preferencial.
Después de todo esto, no fue sino hasta las 10.30 de la noche cuando el desorden alcanzó su punto más alto cuando algunas personas comenzaron a gritar con boleto en mano que eran de la zona Preferente. A punto de derribar las vallas por los empujones, los granaderos se movilizaron para contener el problema y bueno, hasta las 11.20 pm empezaron a haber rumores de una posible cancelación.
La gente no se movía de sus lugares, continuaban a la expectativa de ver a Arctic Monkeys y finalmente, en las pantallas del Estadio Azteca, informaron que en 15 minutos comenzaría el concierto. (Finalmente).
Casi a las 11.45 de la noche, Alex Turner y compañía finalmente salieron a escena. Fue precisamente Turner quien en español dijo: “Gracias por la paciencia”, y fue ahí cuando tocaron por una hora temas como “Brianstorm”, “Still Take You Home”, “Crying Lighting”, “I Bet You Look On The Dancefloor”, “Cornerstone”, “Do Me A Favour”, “When The Sun Goes Down”, “Fluorescent Adolescent” y finalmente cerraron con “505”.
Según informó La Jornada en ese entonces, “la banda vio el problema, pero no suspendió por respeto a su público”. A pesar del mal audio, de que solo tocaran una hora, de que hubieran muchos, muchos problemas, este concierto del 21 de abril del 2010 fue uno de los más caóticos, épicos y por esto y mucho más, inolvidable.