Texto: Aarón Cortés
Arcade Fire es una de las pocas bandas actuales que se esfuerza por presentar un mundo nuevo en cada canción. Desde su primer trabajo se han esforzado constantemente por evolucionar y explorar diversos terrenos, con tal de darle una extensa variedad de ritmos a cada trabajo y superarse con el paso de los años. Es así como ha llegado el momento de despedirnos de esa vibra oscura, tropical y experimental de Reflektor para recibir este atardecer setentero llamado Everything Now.
Co producido por Thomas Bangalter de Daft Punk, este trabajo fue anunciado a través de cientos de extrañas formas de publicidad ingeniadas por la banda a través de una compañía falsa (Everything Now Corp), cuyo propósito sigue sin quedarnos bastante claro. La idea les resultó tan bien que decidieron explotarla aún más en el video “oficial oficial” de “Creature Comfort”, donde revelaron una supuesta edición el álbum en un fidget spinner USB (cosa que hasta este momento no ha sido confirmada).
Pero más allá de todo el hype en torno a su quinto material de estudio, Everything Now nos da una calurosa bienvenida con una canción homónima, enfocada principalmente a la absurda facilidad con el que tenemos acceso a casi todo con un simple clic, y cómo nos vamos llenando de información inútil hasta que creemos saberlo todo. La compleja interacción humana de hoy en día donde todo parece falso, e incluso las personas utilizan las mismas líneas al momento de entablar una conversación. Falsas ideas de cómo debería ser nuestra vida según algunos medios como películas, influyendo de manera inconsciente en nuestros deseos.
Todo esto en una melodía pegajosa y bastante optimista a pesar de las temáticas tan profundas que se tocan como en consumismo, además de un sampleo de “The Coffe Cola Song” de Francis Bebey.
Este álbum toma prestados elementos de distintas décadas para crear su propio sonido, aunque hay un gran dominio del funk y coros disco en gran parte de las canciones, aunque lo anterior principalmente queda plasmado en las primeras dos piezas, donde también se encuentra “Sings of Life”. El video oficial nos muestra insinuaciones sobre la existencia de los illuminati, con pruebas cortesía de los aliens, acompañado de una letra que cuestiona de forma sarcástica si realmente hay señales de vida inteligente en la actualidad, y de paso se burla de esos “chicos cool estancados en el pasado” haciendo referencia a las tendencias hipsters de los últimos años.
Lo fácil que es conseguir sexo y las dificultades del amor son presentadas de una forma que puede interpretarse como el intento de encontrarle significado a nuestra existencia o una simple celebración nocturna más, que nos convencerá con esas pegajosas líneas de bajeo.
Otro ejemplo de los cambios está en “Creature Comfort”, que llegó como un premio en una caja de cereal (literalmente) para criticar a las nuevas generaciones y su obsesión por obtener fama a toda costa, dándole gran importancia a los prejuicios de la sociedad sin saber realmente qué es lo que quieren hacer. Todo esto es mezclado con poderosos sintetizadores ochenteros y elementos modernos en una de las piezas más fuertes y un tanto oscuras del disco, que contrasta con la falsa alegría del resto de las canciones.
Arcade Fire también nos demuestra cómo es que el clásico cuento de Peter Pan puede tener un poco de romanticismo, y regresarnos sonoramente al presente con tintes de indie pop junto a una línea simple pero cursi; invitando a esa persona especial a convertirse en tu Wendy y volar juntos de la mano. Este tema es seguido de “Chemistry” que nos cuenta sobre una fuerte atracción que puede resultar dañina para alguna de las dos personas, dispuestas a tomar los riesgos con tal de dejarse llevar por el momento.
Algo que no pudo pasar desapercibido, fue la ausencia de “I Give You Power” junto a la leyenda gospel Mavis Staples, que fue presentada a principios de año, ya que la canción fue únicamente un acto de protesta contra Donald Trump y en beneficencia a ACLU, pues su oscuro mensaje político hubiera dado un giro completamente distinto al disco. Esto último lo podemos entender mejor cuando llegamos a la parte más divertida con “Infinite Content” (nombre que también utilizaron en su tour promocional), con dos versiones de la misma canción (una de ellas acústica) y una letra bastante simple que llena un espacio agradable antes de la segunda parte.
Después de un buen rato Régine toma el control del micrófono en “Electric Blue”, donde la perspectiva femenina de las relaciones actuales se hace presente con la facilidad que “desechamos” a las personas, mientras aprovechan la oportunidad de parodiar a la música genérica de hoy en día con unas cuantas mejoras para que fuera digna de estar en el disco. Y definitivamente las cosas se ponen mejor cuando “Good God Damn” llega a seducirnos con su instrumental minimalista, compuesto principalmente de unos cuantos rasgueos en la guitarra, bajo, y ligeros golpes en la batería. ¿Realmente existe un Dios bueno ante estos tiempos difíciles que nos hacen querer escapar de todo?
Everything Now es una crítica a la sociedad actual de una forma “positiva”, que en lugar de profundizar demasiado en las letras se preocupa por darle un buen sonido y decir mucho en pocas líneas, sobre todos esos errores que constantemente recalcamos pero pocos resaltan porque les importa más escribir sobre amor o política. A diferencia de Gorillaz y su regreso con Humanz, pareciera que Arcade Fire disfruta ver el mundo arder en una fiesta de estilos que recalca que, sin importar las opiniones ajenas, tarde o temprano terminaremos por hacer lo que nos de la gana.
Esta historia termina en una versión con violines (que están presentes durante momentos clave de todo el disco) de “Everything Now”, cerrando con broche de oro uno de sus trabajos más “alegres”, hasta el momento en el que rindieron un homenaje a esas baladas disco que fueron olvidadas con el paso de los años. Aquí les dejamos un enlace donde podrán escucharlo, y estamos seguros que Arcade Fire pronto revelará más sorpresas relacionadas con este trabajo.