El 21 de junio de 1986 Guns N’ Roses presentó al mundo su maravilloso álbum debut Appetite for Destruction. Un trabajo que debutó en una posición muy baja en listas de Billboard, y tuvieron que pasar varios meses para que fuera escalando hasta llegar al primer puesto el 24 de septiembre de 1988. Probablemente esto se deba a varios contratiempos como la censura en su cubierta, pues el arte que utilizaron creó gran controversia por las temáticas delicadas que aborda y hoy en día siguen dando de qué hablar.
La portada original de Appetite for Destruction es un diseño de Robert Williams, un artista californiano quien dibujó a un robot que está a punto de matar a una vendedora de Mr. Mini-Mites –los juguetes color rosa en el piso– después de haberla violado, y un supuesto demonio en la parte superior. Una ilustración violenta que buscaba plasmar que “el peligro estaba a la vuelta de la esquina” y el ambiente callejero de Los Ángeles de aquel entonces. La idea surgió luego de que Axl se topara con la creación de Williams en forma de postal en Tower Records, ubicada en Sunset Strip.
Un diseño muy arriesgado y no tan alejado de algunos trabajos utilizados en la industria metalera. Aún así Greffen Records decidió intervenir en el diseño luego de que fueran rechazados por varias tiendas de discos, a pesar de lanzarlo con la etiqueta de “contenido explícito”. Esto también ocasionó que MTV se negara a transmitir algunos de sus videos y eso fue un gran problema debido a la importancia que tenía el canal de televisión en aquel entonces.
Otra idea de Axl Rose que fue descartada (de inmediato) por Geffen Records fue la fotografía de la revista Times del transbordador espacial Challenger estallando, el 28 de enero de 1986 al intentar realizar su décima misión. Cobrando la vida de sus siete tripulantes a escasos 73 segundos de su despegue. Semejante accidente, que sonó a nivel mundial, fue considerado como una imagen de muy mal gusto.
Tiempo más tarde utilizaron los cráneos que todos conocemos, desplazando la portada de Williams al interior del disco, pero esto no fue suficiente para convencer a MTV. Por eso mismo el presidente de la compañía, David Geffen, rogó varias veces que por favor pusieran “Welcome to the Jungle” y cuando por fin cedieron, este apareció a las 4 de la mañana, que 24 horas después se convirtió en el clip más solicitado por la gente.
Esta cruz celta y los cinco miembros de la banda –Izzy Stradlin en la parte de arriba, Steven Adler en la izquierda, Axl Rose en el centro, Duff McKagan en la derecha, y Slash abajo– fue una idea que Axl tuvo para un tatuaje realizado por Billy White Jr. que reside en el antebrazo del cantante. La cruz además es un homenaje a Thin Lizzy, una banda de hard rock irlandesa de la que ambos eran fans.
Algo que no tiene mucho que ver con la portada, pero también vale la pena mencionar, es que reemplazaron las inscripciones A y B para diferenciar los lados del vinilo, utilizando las iniciales de la banda (G y R). Las primeras 6 piezas correspondientes a la cara G –el lado de las pistolas– hablan sobre drogas y el salvajismo de vivir en la ciudad, mientras que en la cada R –de las rosas– están las canciones de amor y sexo.
En 2008 Appetite for Destruction fue relanzado en formato vinilo, con intenciones de que el arte de Robert Williams apareciera una vez más en la cubierta, pero nuevamente la disquera puso las manos al fuego y colocó a los cráneos de último momento… Aún así es posible adquirir esta extraña versión a través de internet, que seguramente no puede faltar en la colección de todo buen fan.
Han pasado 30 años desde el lanzamiento de este álbum, el cual nos regaló tremendos himnos como “Welcome to The Jungle”, “Paradise City”, “Nightrain” y “Sweet Child O’ Mine”. Es por eso que aquí les dejamos un enlace para escucharlo una vez más, porque nunca se tiene suficiente de Guns N’ Roses (a menos que sea Axl aferrándose a ganar dinero con la banda en 2008).