Lo que empezó como un pequeño regalo terminó creando a una singular disquera. Así es la historia resumida de Sonic Pieces, disquera alemana que poco a poco ha comenzado a llamar la atención de melómanos, quienes se han enamorado por la belleza de su arte en físico, su característica sonora en la que encontramos artistas o compilaciones para los momentos más fríos de nuestros días y que nació a través de elementos naturales y casi impensables; con menos de cinco integrantes en total.
Así que Sonic Pieces será nuestro punto de interés en este inicio de semana de Antitendencias Sonoras, espacio dedicado al apoyo y difusión de proyectos o disqueras que no entran dentro de los estándares comerciales a grandes masas.
Sonic Pieces nació de una forma natural y sincera. Monique Recknagel (quien dio vida) trabajaba en un programa de radio entre el 2005 y 2009, invitaba artistas al estudio, lo cual ella registraba para posteriormente regalar en un CD a cada invitado. Al considerar este acto como un regalo y agradecimiento a sus invitados dedicó hacer las portadas totalmente a mano. Las respectivas publicaciones fueron expuestas en el antiquísimo y querido MySpace, en donde comenzó a tener fama entre sus escuchas. Por sorpresa de Monique desde entonces comenzó a recibir proyectos y a solidarizar su amistad con múltiples artistas, lo cuales la buscaban para realizar dichas producciones artesanales. Sin darse cuenta dio vida a una disquera en la que encontramos proyectos nuevos, interesante e innovadores en donde la sinceridad queda a flote.
Actualmente la disquera ha lanzado un aproximado de 30 volúmenes de múltiples artistas, algunos muy conocidos como Simon Scott (Slowdive), Nils Frahm, y Olafur Arnalds; también, con genialidades como Otto a Totland, Erik K Skodvin, Rauelsson y otros más.
Uno de los principales objetivos de Sonic Pieces es enaltecer la calidad de producciones que deciden lanzar, no se limitan en géneros ni estilos, de todos los proyectos que reciben escogen los que consideran con mayor sinceridad a través de la música.
Y bueno, como siempre… ¿qué mejor forma de conocer a una disquera que a través de la música? Listo aquí 5 de mis proyectos favoritos que conocí gracias a Sonic Pieces.
Otto A Totland
Otto a Totland es el proyecto solista de Supine, integrante de la banda Deaf Center. En esta disquera lanzó su disco debut llamado Pino, en el cual demostró su gran talento tras el piano. El músico noruego encontró el sitio perfecto para poder mostrar un álbum que sin lugar a dudas ha expuesto su visión personal que gira en expresiones ambientales, melancólicos y taciturnos.
Rauelsson
Rauelsson es un compositor español que se dedicó mucho tiempo a la composición a través de guitarra y voz; sin embargo, fue en el 2013 que lanzó con Sonic Pieces el álbum Vora. Un álbum mucho más introspectivo y en el cual aterriza en composiciones con piano, violines, sintetizadores y pequeñas orquestaciones. A muchos tomó de sorpresa y sin lugar a dudas es un registro en el cual demuestra el gusto por la experimentación y libertad sonora.
Ryan Teague
Ryan Teague es un compositor y multiinstrumentista británico que por mucho tiempo trabajó produciendo música para cine y televisión; por otra parte experimentó mucho en terrenos de ambient con sintetizadores y múltiples elementos electrónicos. Para Sonic Pieces lanzó un disco que demostró un lado totalmente opuesto, un álbum compuesto en su mayor parte a través de la guitarra, demostrando la versatilidad de crear obras complejas con un instrumento acústico.
Dictaphone
Dictaphone ha sido un proyecto que se ha tomado su tiempo en lanzar nuevo material. Está conformado por múltiples músicos, pero entre sus cabezas líderes está Oliver Doerell (Swod) y Roger Döring. Conocí el trabajo de Oliver gracias a Swod, el cual era una mezcla de una sutil electrónica con música minimalista y contemporánea a través de piano. En Dictaphone es algo similar pero con elementos de jazz. En su último álbum, el cual fue publicado en Sonic Pieces, invitaron a múltiples músicos rematando en un álbum con diversas expresiones sonoras; por una parte jazz, por otra música orquestal y maquillado bajo texturas electrónicas, paisajes sonoros y voces eclécticas.
Erik K Skovdin
Erik K Skovdin es la otra cabeza de Deaf Center el cual también decidió mostrar su trabajo como solista. En este álbum escuchamos composiciones ambientales, hechas por múltiples instrumentos. Erik aprovechó la oportunidad de poder mostrar a sus seguidores de Deaf Center canciones aún más profundas y oscuras. Ha publicado dos álbumes en Sonic Pieces con cuatro años de diferencia, vale la pena escucharlos detenidamente ya que se percibe sus inquietudes en composición y la libertad de mostrarlos ante el sello.
T: @hreveh
Fotografías vía Headphone Commute