Una edición más de Antitendencias Sonoras, espacio dedicado a la difusión y registro de proyectos que debido a su estilo musical, composición o género difícilmente escucharemos en los medios convencionales o en los festivales masivos de nuestro país. Música que no es para las masas sino (como en el caso de hoy) para un autoreconocimiento como músico. Música que emerge en los rincones y que quizá su destino sea quedarse allí, como una sombra ante la luz, o viceversa.
En esta ocasión hablaré de uno de mis compositores contemporáneos favoritos, Christopher Bissonnette, músico, artista sonoro y visual canadiense que se ha introducido al mundo de la composición de una forma sincera y que ha creado su propio lenguaje a través de la música electrónica. Residente (y un consentido) de la disquera Kranky, siendo uno de los pilares fuertes junto a Tim Hecker, Grouper, Brian McBride; entre muchos.
Christopher Bissonnette estudió artes y se especializó en video y multimedia, lo que le permitió introducirse poco a poco en la música e interpretar las múltiples expresiones musicales de los años 90.
Fue en el 2005 cuando publicó Periphery, primer álbum de estudio en donde fijó qué terrenos quería pisar, música ambient-drone con múltiples texturas tanto orgánicas como electrónicas. El álbum fue publicado en la aclamada disquera Kranky y desde entonces lo han cobijado como su hogar.
A partir de su primer álbum su inmersión a la música fue total, en el 2007 publicó su segundo álbum In Between Words, con el cual comenzó a llamar la atención de cierto número de escuchas y algunos medios por sus composiciones en arte sonoro. Después, colaboró con David Wenngren (otro genio que explora en la música contemporánea) en el álbum The Meridians Of Longitude And Parallels Of Latitude.
Fue en su tercer álbum Essays In Idleness, publicado el año pasado, en el que se le reconoció por la sublime personalidad que encontró el canadiense. Se trata de un álbum que el compositor creo a través de un sintetizador modular hecho por él mismo, el principal objetivo era el autoreconocimiento a través de la música. Al limitarse en un solo un instrumento lo único que le daría “personalidad” era el sentimiento expuesto en las canciones, cosa que lo hizo muy bien.
Este mes anunció nueva música de lo que parece ser un nuevo álbum. Liberó “Epoch”, canción que conformará Pitch, Paper & Foil, álbum disponible el próximo 6 de noviembre. A pesar de que “pueda” sonar similar a sus anteriores publicaciones a primera escucha, lo interesante en estos géneros es escuchar múltiples veces ya que siempre habrán detalles que anteriormente no habremos apreciado, lo cual con el tiempo permite encontrar la personalidad en general.
Pero al fin y al cabo la música no es para entenderla sino sentirla. Así que compartimos a continuación un pequeño playlist para que logren conocer el trabajo de Bissonnette y su mundo creado a través de las ondas.
T: @hreveh
