Como todo en la vida, existen momentos en los que sin importar que lo tengas todo (o casi todo), te sientes triste. No te explicas por qué, no comprendes, pero dentro de tu ser existe esa melancolía, esa tristeza que toma fuerza cuando ves alguna película, lees algún libro y sobre todo, cuando escuchas una canción.

El efecto de la música en el ser humano es incansable, inexplicable. Puede sumirte en la más profunda depresión, puede elevarte al erotismo y al mismo tiempo puede hacerte sentir enojado, despechado o feliz, al borde del éxtasis. Toda esta paleta de colores la encuentras entre las melodías, letras, entre tu artista favorito.

Está en la naturaleza del humano el reaccionar a todo lo que ocurre en su entorno y sobre todo, a lo que le afecta directamente a él. Por ello, la música se convierte en el día a día, en lo que queriendo o no escuchamos y nos hace bien incluso si estamos en el punto más depresivo de la vida. Bien diría Gustavo Cerati: “Pones canciones tristes para sentirte mejor”, y sí. Teóricamente esto no debería ser así, pero a veces somos un tanto masoquistas y nos gusta autoflagelarnos con temas que en algún punto de la vida escuchamos y recordamos en ese momento tan preciso.

¿Tienes tu listado de “canciones tristes”? Probablemente. Spotify, iTunes y YouTube se han encargado de hacernos la vida más fácil. Antes grababas en un casete esas canciones que te hacían llorar, luego las quemabas, luego las descargabas y pasabas a tu iPod o reproductor Mp3, hoy solo haces listados en las plataformas de streaming de música. Pero si a estas alturas, por mera curiosidad, te gustaría saber cuáles son las canciones más tristes no solo en tu playlist o en tu vida, sino en la historia, Spotify y unos cuantos investigadores se han encargado de hacer este estudio para descubrir cosas muy interesantes…

Para nadie es novedad que Spotify construyó un algoritmo que  busca cuantificar la tristeza que una canción puede llegar a tener. Sin embargo, de acuerdo a un análisis de la BBCa partir del análisis de 35 millones de canciones que Spotify tiene en su base de datos, incluyó una valencia (que es un número o valor) de reproducciones de cada track. Por ejemplo, los tracks que tengan una valencia muy alta, son los que son más positivos, felices, alegres y eufóricos, los que tienen la valencia más baja, son los tristes, depresivos y enojados. También tiene una manera de medir la la energía, o sea, la velocidad, ruido y volumen de un track, así como si éste es bailable o no. 

¿Pero cómo un algoritmo puede decir la diferencia entre una canción feliz y una triste si ni siquiera puede sentir? “Esto inicialmente fue un concepto retador”, explicó a la BBC Charlie Thompson, el científico analista de datos que desarrolló el gloom index para Radiohead encargado de poner a prueba la información de Spotify para después compararla con las canciones más populares en la historia de los Billboard.

Por su parte Rui Pedro Paiva, profesor de ingeniería en informática en la universidad de Coimbra, Portugal, y especialista en reconocimiento de emociones musicales, explicó que “si bien una canción es lenta y falta de energía como los movimientos de una persona triste, esto no es el caso con las canciones que están en primer lugar en Billboard”. “Entre más baja sea la valencia de los tracks, también la energía disminuye. Lo mismo sucede con tracks que reflejan enojo; éstos tienen una valencia baja pero mucha energía. Así que una mejor definición de una ‘canción triste’ es que tanto la valencia y la falta de energía sean bajas o negativas”.

Para lograr descifrar los temas más tristes en la historia, Charlie Thompson explicó que “primero encontró los nombres de las canciones número uno de los listados de Billboard Hot 100 desde que comenzaron en julio de 1958, en total fue una lista de 1080 tracks. Después los emparejó con la data de Spotify”. 

De ahí encontró los siguientes resultados de las canciones más tristes en la historia:

1. “The First Time Ever I Saw Your Face” de Roberta Flack (número 1 en 1972)

2. “Three Times a Lady” de Commodores (1978)

3. “Are You Lonesome Tonight?” de Elvis Presley (1960)

4. “Mr. Custer” de Larry Verne (1960)

5. “Still” de Commodores (1979)

La valencia según explicó Thompson, está basada en la información de la formación de los humanos, después es extrapolada en una máquina de aprendizaje y a partir de esto, Spotify usa la metadata para ayudar a los editores a hacer sus propios playlist como “Happy Pop Hits”, “Concentación”, “Romántica”, “Para Dormir”, “Estado de ánimo”, etc. 

Así que ahora ya lo sabes, cuando escuchas un listado en esta plataforma no es en balde, pues detrás de ella hay investigaciones, máquinas, robots, editores y, obviamente, las bandas y artistas que crearon una canción, un disco en específico para generar reacciones en las personas que los escuchen. 

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