Escuchar a Nortec en cualquiera de sus etapas, es pensar en la extraña fusión de la banda regional mexicana (esa que a veces va con un zapateo encabronado) y algunos toques de electrónica nada moderados.
Sino todo lo contrario: robóticos pero bailables con una tuba por ahí que podía estar acompañada por algún otro instrumento que suena en el norte, específicamente de la frontera… allá en Tijuana.
La influencia de Nortec no se cuestiona y sus miembros se llevan el mérito por haber inventado, casi casi, un género musical que es mexicano pero difícil de distinguir como propio. Basta irse al Tijuana Sessions Vol. 1 de hace 19 año para darnos cuenta que nació aquí, pero con la posibilidad de expandirse.
La presencia de Nortec llegó hasta el cine como parte del soundtrack de varias producciones o coproducciones mexicanas como lo fue Babel de 2006 de Alejandro González Iñárritu, quien 6 años antes debutó con Amores perros en Cannes (un 13 de mayo, por cierto). Las cosas han cambiado y el Nortec de hace 20 años ya no es lo mismo.
De eso y más platicamos con Jorge Verdín (Clorofila) en #SopitasXAireLibre, quien formó parte del colectivo y ha estado trabajando en su nuevo proyecto titulado Observador junto a José Luis Martín.
Nos contó del nacimiento de Observador, el cual surgió cuando decidieron completar algunas canciones entre ambos. Algunas de sus canciones obedecen a un escenario de ciencia ficción postapocalíptico, un lugar donde dominan las máquinas, un mundo donde ya no hay humanos y la naturaleza recobra los espacios que le fueron arrebatados sin impedimento de la tecnología.
Jorge Verdín nos habló de cómo se proyectaron imágenes por medio de la música, ¿cómo sonaría un paisaje desolado? Observador es un concepto musical del fin de la humanidad donde una máquina de inteligencia artificial, registra todo lo sucedido en el tiempo y el espacio.
Acá les dejamos la entrevista con Jorge Verdín de Observador en #SopitasXAireLibre:
