Cantante, compositor y activista, ese es Alex Anwandter. Cuando hablamos de él es prácticamente imposible separar su trabajo artístico de su lucha social, pues es esa la base de sus creaciones y lo que finalmente hace del chileno uno de los exponentes mayormente reconocidos en Latinoamérica.
Recientemente Anwandter lanzó Latinoamericana, su cuarto álbum de estudio como solista, un material compuesto por prédicas que exigen justicia y cambio en un mundo que está por irse a la mierda. Hablamos con el cantante respecto a la temática de este disco y cómo el contexto permeó en la materialización del mismo.
En Latinoamericana pudimos escuchar por primera ocasión canciones en portugués escritas por Anwandter y aunque en primera instancia esto pareciera solo parte de una experimentación en diferentes idiomas, Alex explica que fue su manera de consumar su arraigo a Brasil.
“Hace falta una reflexión histórica muy corta para darnos cuenta que Brasil no está realmente separado de Sudamérica como se percibe normalmente sino que estamos constantemente en las mismas luchas, desde el colonialismo hasta las dictaduras latinoamericanas y hoy en día el estatismo nuevo que está atacando al mundo. La intención de esas canciones es un esfuerzo por decir que somos lo mismo”.
En ese sentido, este material responde, desde lo más personal, a las problemáticas sociales de la actualidad. Una tarea que Alex ha llevado acabo no solo en sus álbumes como solista, sino en sus otros proyectos Álex y Daniel, Teleradio Donoso y también en su trabajo como cineasta.
“Parte de mi trabajo como artista es hacer conexiones hacia dentro mío y hacia mi contexto. En mi vida personal, con el hecho de no vivir en Chile, tener familia en Perú, en Brasil o amigos cercanos en Argentina y en México, uno empieza a pensar distintos temas que tocan la vida de esas personas. El tema del aborto, por ejemplo, no es un tema abstracto no es una cosa puramente valórica, yo tengo amigas en Chile que han estado al borde de la muerte porque han tenido que abortar clandestinamente. Se trata de los cuerpos que están alrededor de uno“.
En esta ocasión, Alex fue más allá del panorama en su país natal y abrió el foco hacia lo que sucedía en todo el mundo, pero sobretodo lo que sucedía en Latinoamérica. Aun así, conservó los discursos fuertes y los sostuvo desde una trinchera femenina, algo muy particular de su trabajo y que, según cuenta, se debe a que hay algo en la masculinidad con lo que no se siente identificado.
“La trinchera masculina es una de las peores cosas que le ha pasado a la humanidad. No pretendo en todo caso hacerlo desde lo femenino. No es que esté aliándome a, simplemente prefiero y me interesa distanciarme lo más que puedo, a nivel de discurso, a nivel de mi cuerpo, de identidad y de relaciones y prácticas de lo masculino”.
Y tiene lógica. Alex no argumenta que la figura del hombre sea mala, sino más bien que el machismo (tanto en hombres como mujeres y que proviene desde las trincheras masculinas) es un mal que penetra en los diferentes grupos sociales, como el compuesto por la comunidad LGBT+. Casos sobran, pero está el más reciente que involucró a una mujer transexual concursando en Miss Universo.
“Eso es un caso más de un fenómeno extremadamente amplio, es un sistema, y como es un sistema y está tan arraigado a tantas esferas distintas creo que es extremadamente largo hasta que haya cambiado el paradigma. Yo no tengo la solución, simplemente me gusta apuntar la dirección hacia donde creo mejor. No como una solución sino como un camino”.
Alex Anwandter es nítido y Latinoamericana es un mensaje más agresivo de cómo cree que el mundo está al filo del precipicio. ¿Será posible cambiarlo? Tal vez no, pero la opción del cambio está sobre la mesa.
“Lo que va a llevar el mundo a la mierda es si no cambiamos cómo está. Creo que está yéndose todo hacia un lugar más desastroso. Desde el clima hasta la desigualdad, los líderes autoritarios, el pensamiento fascista en la gente. Por eso necesitamos un cambio y siento que el cambio se necesita más rápido de lo que la gente cree”.