Alex Anwandter es irreverente. La clase de ser humano que dirá lo que piensa sin importar qué, y no como como parte de su tarea obligada como activista, sino como pieza fundamental de la esencia del chileno, haciendo de sus constantes críticas algo natural.
Tras poco más de cuatro años de no haber visitado México, Anwandter decidió hacer el estreno mundial el vivo de Latinoamericana, su cuarto álbum como solista, en tierras aztecas, específicamente en el SALA Puebla.
Comenzando con canciones pertenecientes a su álbum Amiga, como “Siempre es Viernes Mi Corazón” , el chileno fue desmenuzando la noche haciendo un repaso por toda su carrera. Llevándonos años atrás e incluso sumergiéndonos a aquellos momentos de su juventud cuando inició su carrera con Teleradio Donoso, el proyecto que aseguró en el escenario, fue el que más le gustó a los heterosexuales. “Vamos a ser tolerantes y respetuosos, esto es para los heretosexuales que están aquí”.
“Hoy vamos a bailar, a llorar, a reflexionar y pensar”, dijo Alex, advirtiéndonos que aunque se sabe como alguien que inclina su música al baile, siempre deja oportunidad e cada letra para recordarnos que el mundo está en crisis.
Entre el baile, el chileno pasó de una guitarra a otra, de la otra al piano y entonces… “Manifiesto”, la canción más transparente de Alex hasta ahora y con la que consiguió silenciar a todo el público presente para consecutivamente cantar al unísono “Hoy soy mujer, el maricón del pueblo, aunque me prendan fuego”, uno de los momentos más íntimos de la noche.
La presentación de Alex tenía un motivo, y era la presentación de su nuevo material. Para tal caso, el compositor fue echando de poco en poco los cortes de Latinoamericana y entre cada uno abordó los motivos que lo llevaron a crear canciones como “Malinche”, “Vanidad”, “Canción del Muro” y “Locura”
Aunque todavía no pasa ni un semestre de la salida de su disco y hasta el momento solo ha liberado un sencillo, los fans del chileno n0 decepcionaron y acompañaron a Alex en cada estribillo.
Como prometió, Anwandter nos puso a bailar, pero al mismo tiempo a reflexionar al ritmo de “Cordillera, dinos la verdad. ¿Es esta tierra un lugar que no nos quiere ni nos va a dejar hablar, pensar, marchar, emborracharnos con el baile?”. Para Alex, el fascismo es uno de los problemas más grandes que tiene el nuevo mundo, y aunque sabe que una canción no cambiará las cosas y posiblemente no influya en las decisiones de las personas, igual sigue siendo un puente y una oportunidad, a nivel personal, para la exigencia.
Sin embargo, en medio de las problemáticas del mundo, todavía queda espacio para las historias de amor… y desamor. Tomando su guitarra y acompañado de su banda, Alex complació al público con “Tormenta”, uno de los cortes más populares de Rebeldes.
El concierto de Alex Anwandter fue una mezcla de emociones que bailaron orquestados por su voz. Hubo amor, tristeza, reproches y aceptación, pero finalmente se convirtió en un show íntimo, en una plática amena y en una noche inolvidable.