Bruno Mars mide, según un googlazo, 1.65 metros. En términos generales y considerando que la mayoría de las celebridades son altas, Mars es chaparrito. Tan chaparrito como el mexicano promedio (de acuerdo con otro googlazo). Tal cual. ¿Y eso qué? Pues bien. A lo que voy es que antes de que comenzara su presentación anoche, pensé que un hombre de esa estatura se iba a perder (físicamente) en un escenario tan grande, con un montón de luces y entre los gritos desesperados de la gente después de que dos teloneros le abrieran su primer concierto en la ciudad de México.
Me equivoqué. Mars es tan grande como el tamaño de su voz, sus pasos de baile y la calidad de su música. Y para rematar, el talento de los ocho músicos, si no me equivoco, que tiene en el escenario: una guitarra, un bajo, el teclado, la batería, el saxofón, las trompetas, una voz extra y el carisma que acompañó cada una de las 14 canciones que ayer hicieron de este concierto uno de los mejores desde hace años.
Para abrir un concierto que no duró mucho, pero que fue suficiente, Mars con su crew comenzaron con el último sencillo que sacó, “Finesse”, una canción en colaboración con Cardi B y que ante la noticia de que se uniría al tour mundial, causó más emoción. Pero honestamente, no hizo falta. Las luces, los fuegos artificiales y el mismo Mars fueron suficientes para abrir un concierto con el que varios tuvieron que romper el cochinito, varias veces, para poder ir.
Desde que anunciaron que Mars vendría a México y el precio de los boletos, la gente se volvió un poco loca. Primero, porque eran caros; en segundo lugar y la más importante, por la promesa de escuchar, una vez más, la mayoría de sus éxitos y los 24 quilates de magia que ha venido promocionando desde 2016.
Ahora bien. ¿Valió totalmente la pena? Sí, cuando para hacerle segunda a “Finesse” comenzaron los fuegos artificiales para abrir “24K Magic”, las miles de personas que estaban reunidas sin la posibilidad de compartir algo en internet (porque señal) supieron que Mars es el artista que la música y la industria necesitan, o mejor dicho, necesitamos.
Luego, para no perder la costumbre de consentir a todos con los temas que por default nos sabemos, le siguió “Treasure” y más fuegos artificiales que le agregaron un toque de magia que, sin duda, también nos recordaba que la grandeza de un artista tan completo como él sólo se repite pocas veces en un mundo de música sin propuestas innovadoras ni talento.
“Perm”, “Calling All My Lovelies” y Chunky, tres canciones menos conocidas de 24K Magic, terminaron por romper con todo cuando Bruno Mars habló en español para saludar a una muchacha: “It’s me, el jefe, el patrón, capitán fuego. Te quiero mucho, mamacita, macita”.
Mars sabe integrar su música mientras conversa con el público. Hay artistas que entre tantas palabras y pocos sonidos, aburran a una audiencia por muy grande o pequeña que sea; pero con Bruno no fue así. Aplicó el típico de las fiestas de “a ver qué lado grita más fuerte” sin caer en lo obvio. Después de estas canciones, sin pausas ni cambios innecesarios de vestuario, llegó una de las canciones que todos estaban esperando luego de un Grammy por la Mejor Canción del Año. “That’s What I Like” y la enorme condición de Mars y sus músicos para bailar sin dejar de cantar ni tocar seguida de una más suavecita como “Versace on the Floor”.
¿Las sorpresas? A partir de aquí comenzaron las oldies but goodies (por decirlo de una manera), que abrieron con “Marry You”, “Runaway Baby” y una canción que “significa mucho para mi”, en las mismas palabras de Mars, que formó parte de su segundo álbum y lo convirtió, por su calidad vocal, en el Mars de ayer: “When I Was Your Man”.
Después de unas lágrimas, luces azules en el escenario y un Foro Sol iluminado por las luces de los celulares, comenzaron a tocar “Locked Out of Heaven” y, otra vez, más fuegos artificiales que iban al ritmo de la música y los gritos de la gente. Para cerrar este concierto que dejó mucho que desear, y ni siquiera en un sentido negativo de la palabra, Mars cantó “Just The Way You Are” con unas variaciones en su voz, la letra y la duración de la canción que terminaron de enamorar, en toda la extensión de la palabra, al público.
Para no perder la costumbre, los músicos salieron del escenario no sin antes despedirse y agradecer la emoción. 10 segundos después volvieron al escenario para terminar, ahora sí, con “Uptown Funk”.
“Finesse”
“24K”
“Treasure”
“Perm”
“Calling All My Lovelies”
“Chunky”
“That’s What I Like”
“Versace on the Floor”
“Marry You”
“Runaway Baby”
“When I Was Your Man”
“Locked Out of Heaven”
“Just the Way You Are”
“Uptown Funk”