Que una banda que se ocupó más de hacer canciones sobre la playita y el sol, fuera capaz de grabar el disco que cambió en gran medida la música pop es, hasta cierto punto, algo difícil de imaginar. Sin embargo, ocurrió.

Para ello, tuvo que existir dentro de esa banda un genio que, contra disquera, público y hasta sus propios compañeros, diera rienda suelta a su imaginación y dejara una obra de arte. La banda es The Beach Boys, el genio es Brian Wilson y su obra es el Pet Sounds, disco que este año cumple 50 años y que, para celebrarlo, es presentado en su totalidad en un tour que cubre parte de Europa y los Estados Unidos.

Una de las paradas fue el Primavera Sound Porto, festival en el que se presentaron bandas como Sigur Rós, Air, Animal Collective, PJ Harvey, Car Seat Headrest y Explosions in the Sky, pero que tuvo con Brian Wilson varios de los momentos más conmovedores de los tres días de conciertos.

Verlo subir al escenario estremece: con la ayuda de un asistente, Wilson llega hasta su piano, el cual no abandona en ningún momento del show. Contrario a sus contemporáneos (McCartney, Waters, Dylan, Jagger o Plant), Wilson ya no es el músico que deja la energía en el escenario. Pero, si el asunto es recrear el Pet Sounds, no hay duda de que estamos ante lo más cercano, en concepción y ejecución: Wilson, sin necesidad de voltear a ver a su banda, dirige con las manos las orquestaciones más elaboradas y las hermosas armonías vocales que lucen en todo el disco.

Como si estuviera dibujando en el aire las canciones, cierra los ojos y marca la entrada de cada sonido.

Las dificultades que implica transportar el sonido del álbum a las presentaciones en vivo no son pocas, pero, sin recurrir a recursos tecnológicos recientes, todo lo resuelven 10 músicos con ayuda de pianos, sintetizadores, metales, percusiones, guitarras y bajos. Músicos que no son cualquier cosa: entre el combo de experimentados está Al Jardine, miembro fundador de The Beach Boys; también acompaña el carismático Blondie Chaplin, guitarrista que fue parte de la banda californiana… y que durante una época anduvo de gira con The Rolling Stones. nomás.

La presentación por sí sola es todo un momento histórico, pero (por si fuera poco) Wilson calienta con hitazos como “California Girls” y “Don’t Worry, Baby”, muy ad hoc para el clima de las playas de Porto.

Y después… lo esperado: uno a uno los temas del Pet Sounds. Claro que canciones como “Would’t it be Nice”, “Let’s Go Away for Awhile”, “Pet Sounds” o “Caroline, No”, fueron esperadas y bastante coreadas… pero O Parque da Cidade -lugar en que por quinta ocasión se celebró el Primavera Sound Porto- se estremeció por completo con esa melodía, la que Wilson presenta como “la canción favorita de Paul McCartney”: “God Only Knows”.

 Luego de ejecutar todo el disco inspirado en el Rubber Soul de The Beatles y que, a su vez, sirvió como detonante del Sgt. Pepper’s, Wilson luce agotado, aun así, él y su banda todavía regalan otras canciones: “Good Vibrations”, “Help Me, Rhonda”, “Barbara Ann”, “Surfin’ U.S.A” y “Fun, Fun, Fun”.

I may not always love you…

La crítica y gente en las redes han sido crueles con Wilson: en efecto, no está en las mejores condiciones y tampoco volverá a tener la voz para ejecutar las conmovedoras vocales que él mismo ideó. Pero, en este año, en el que hemos perdido a grandes músicos, ver que alguien como él -con todas las broncas que ha enfrentado- tenga los ánimos para presentar su gran obra maestra de una forma por demás respetable, es de admirarse. Y sí, también deja una enorme nostalgia… “God only knows what i’d be without you…”

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Hola, soy Álvaro. Estoy en sopitas.com desde hace algunos años. Todo ha sido diversión, incluso las críticas de los lectores. La mejor de todas: "Álvaro Cortés, córtate las manos".

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