¿Qué es lo que un músico o banda necesita hacer para convertirse en un grande? Algunos lo logran con un proyecto espectacular que cambió el rumbo de la música en su género. Ahí tienes Guns N’ Roses con Appetite for Destruction. Otros lo consiguen a través de una carrera de años en la industria, lanzando disco tras disco y éxito tras éxito. Vean a Madonna, AC/DC o Metallica.
Pero hay algo que indiscutiblemente todos tienen en común: un legado. Un legado que ha hecho a la historia de la música tomar un rumbo específico gracias a su visión. Todos los grandes de hoy tienen un bagaje en sus espaldas tan grande que es difícil remontarse a sus primeros días. A aquellos tiempos en los que probaban suerte con una guitarra y un sueño. Y es aún más difícil recordarles un mal proyecto. Después de todo por algo son considerados los grandes de la música.
Por más difícil que sea esto –y en muchos casos es cuestión de interpretación– por ahí sí podemos encontrar en los inicios de nuestros artistas favoritos unos proyectos que nomás no la armaron. Como ejercicio para demostrar que estas leyendas también son humanos, armamos una lista de los 10 grandes artistas que empezaron con álbum debut medio malo, y sin mucho más choro, aquí se las dejamos:
Prince – For You (1978)
Prince empezó su carrera a una muy temprana edad. A los 19 años ya era considerado un niño prodigio y logró obtener un contrato de tres álbumes con Warner Bros. En ese entonces él y su gerencia convencieron al sello para que le permitieran producir su debut. Accedieron pero esto se volvió en una pesadilla para Prince.
Las sesiones resultantes estuvieron plagadas de tensiones con el productor ejecutivo Tommy Vicari y dejaron al músico en deudas y un desastre físico. “No era realmente yo, era como una máquina”, recordó más tarde en una entrevista en la revista Musician de 1982.
Y no es que necesariamente For You (ni ninguno de los discos siguientes) sea malo en sí. El problema recae en que es un disco sobreproducido y formulado sin inspiración. Se escucha a un Prince tímido, tal vez por lo mismo de estar trabajando en su primer disco. Poco o nada (por ahí está la joya “I’m Yours”) de lo que sería Prince en un futuro es lo que encontramos ahí, y por eso encontró un lugar en esta lista.
Blur- Leisure (1991)
No por nada lo llaman el disco que debió ser un EP… Después de que Food Records convenció a sus nuevos integrantes de cambiar su nombre de Seymour a Blur, el grupo británico de rock alternativo/britpop lanzó lo que sería un disco para olvidar.
Leisure no tiene más que unos destellos de buena música. Por ahí los encuentras en “Bang”, “There No Other Way” y “She’s So High”, pero quitando esas rolas realmente no hay mucho que decir al respecto. Para muchos la canción “Birthday” no es más que un error de aficionados.
No por nada el mismísimo Damon Albarn calificó a Leisure como horrible, y dijo en el documental de Blur de 2010 No Distance Left to Run: “Gracias a Dios, ese fue un momento en el que aún podías hacer un disco que no era correcto y no ser descartado al minuto siguiente”.
David Bowie- David Bowie (1967)
El álbum está lleno de alegría y del encanto característico de David Bowie, pero también se siente desincronizado. El mismo Bowie admitiría más tarde: “No sabía si era Max Miller o Elvis Presley”. En pocas palabras, no estaba siendo él mismo y eso se sintió.
Porque seamos honestos, nada mejor que David Bowie siendo él mismo. Este error se lo vamos a atribuir a la inexperiencia, pero no deja de ser un disco que le faltó su buen camino para ser considerado uno magistral.
Mientras otros artistas como Scott Walker tuvieron éxito en el Reino Unido con canciones similares dramáticamente teatrales, Bowie tendría que esperar unos años para su gran avance. Por ahí encuentras buenos elementos en rolas como “Love You Till Tuesday” que se inclina a la psicodelia de Pink Floyd o “Uncle Arthur”, pero de cualquier forma su disco carece del alma libre y experimental que fue David Bowie.
Pantera – Metal Magic (1983)
Muchos de los grandes fans de Pantera ni siquiera están al tanto de su álbum debut. Metal Magic de 1983 es catalogada por Rolling Stone como “una vergonzosa imitación del metal del cabello de la época, tan llamativo que ninguna etiqueta importante lo tocaría”.
El disco fue cursi y un tanto aburrido. Ahí tienen las canciones “Nothin ‘On (But the Radio)” y “Ride My Rocket”. Vinnie Paul, el baterista, dijo que siempre vio a la banda “como el Van Halen de heavy metal”, hasta que vieron tocar a Metallica en el 83 y los impulsó para hacerse más pesados.
Su disco les da tanta vergüenza a ellos mismos, que constantemente señalan que su LP de 1990, Cowboys From Hell, liderado por Phil Anselmo, fue su “primer disco principal”. Así que ahí lo tienen. No esperen un reedición de colección de Metal Magic ni mucho menos.
Billy Joel – Cold Spring Harbor (1971)
La historia de que ese álbum sea malo es una realmente personal de Billy Joel y no necesariamente el mundo está de acuerdo. En 1971, Joel firmó con el pequeño sello de Family Productions para lanzar su LP debut, Cold Spring Harbor. Hasta ahí todo iba muy bien. Billy tenía muchas ganas de que su música fuera escuchada por el mundo.
Pero cuando Joel escuchó por primera vez el álbum, lo agarró y lo tiró a la calle porque según él, un error de masterización había hecho que su voz sonara “como una ardilla”. Este disco lo hizo pasar un mal rato, se mudó a Los Ángeles, donde trabajó en un piano bar durante un tiempo hasta poder retomar su carrera.
Hasta el día de hoy, y aunque “She’s Got a Way” se hizo famosa años más tarde, Billy no ha tocado canciones de ese disco. A pesar de su remasterización, Joel sigue pensando lo mismo: “Todavía me suena como una ardilla. No tienes que prestarle mucha atención a este (álbum)”.
Lou Reed – Lou Reed (1972)
Después de armarse algunas de las canciones más brillantes y retorcidas de la década anterior con Velvet Underground, Lou Reed llegó en 1972 para lanzar su álbum debut en solitario. Pero cuando llegó a las sesiones de grabación, Reed llegó sin rolas nuevas y y terminó simplemente remezclando canciones de Velvet.
Por si eso fuera poco, su productor Richard Robinson lo juntó con los miembros de Yes Rick Wakeman y Steve Howe. Algo que funcionaría en lo absoluto. Sus estilos simplemente no encajaron resultado en un disco flojo y aburrido.
El álbum resultante fue flojo y tremendamente decepcionante, y detuvo un triste número 189 en el Billboard 200. “Hay demasiadas cosas mal (con el álbum)”, dijo Reed poco después de su lanzamiento. “Soy consciente de todas las cosas que faltan y de todas las cosas que no deberían haber estado allí”.
Sonic Youth – Sonic Youth EP (1982)
A ver… Por aquí nos vamos a ir con cuidado. Y sí, estamos hablando de Sonic Youth. Pero también tenemos que ser honestos al hablar de su álbum debut. Lo que estaba haciendo Sonic Youth en el 82 era de aplaudirse. Pero la verdad el debut de Sonic Youth no tiene ni suficiente arte ni suficiente ruido.
Sonic Youth suena a un post-punk sin rumbo y sin gran sentido. Prueba de que la música puede sonar simultáneamente vanguardista y genérica. En ese entonces os guitarristas Thurston Moore y Lee Ranaldo aún no habían alcanzado sus afinaciones de guitarra distintivas, y Kim Gordon aún se estaba descubriendo.
Por ahí se destaca “I Dreamed a Dream”, pero quitando esa rola, no hay mucho más que buscarle. No comparado a las obras maestras que nos regalarían años más tarde Keith Harris, periodista de Rolling Stone, describe así el disco: “Sonic Youth nunca se habría convertido en una gran banda si no fueran pretenciosos, pero Sonic Youth nunca se habría convertido en una gran banda si se hubieran mantenido tan pretenciosos”.
George Harrison – Wonderwall Music (1968)
Ok, sí. Podrá parecer una locura que el trabajo de un ex Beatle se encuentre en esta lista, pero hay razones por las cuales lo consideramos. Wonderwall Music fue realmente una expresión sincera del enorme interés de Harrison por la India y su música clásica.
El problema que resaltan muchos, es que redujo un tradición milenaria y compleja a una colección de sonidos modernos para acompañar a una película. Y sí, el disco es más importante y memorable que la película de Jane Birkin, pero al final es una banda sonora y no un proyecto independiente.
Elton John – Empty Sky (1969)
Todos recuerdan a Elton John cuando “Your Song” explotó en la radio estadounidense en 1970 y su disco homónimo se adueñó de las listas de popularidad. Como así lo conocieron, muchos pensaron que este fue su disco debut. Pero no… El verano anterior había lanzado Empty Sky en Inglaterra.
En este disco encontramos una buena inclinación al rock de ocho minutos homónima al disco, y algunas otras que le tiran a baladas como “Skyline Pigeon”. Una combinación rara que para ser honestos es bastante olvidable. La producción es escasa y simplemente no se puede comparar con el trabajo que John creó en la década de 1970.
Janet Jackson – Janet Jackson (1982)
La década de los 80 no era una grandiosa para ser una joven mujer en la industria de la música. Cuando Janet Jackson lanzó su álbum debut, tenía apenas 17 años y era vista como una guitarra u otro equipo más de producción para su disquera.
No por nada, años más tarde, Janet Jackson cantó en su éxito del 86 “Control”: “Cuando tenía 17 años, hice lo que la gente me decía”. Y sí, no es un disco malo por sí solo, pero realmente sirve más como una víspera de la Jackson que vendría después.