La década de los 90 significó muchas cosas para el rock y la música nacional. Primero, sirvió para reforzar el trabajo que varias bandas que florecieron durante los años 80 realizaron, a su vez, sirvió para enmarcar y definir la identidad de un sonido que (para bien o para mal) sigue en expansión. El rock nacional y sus diferentes variantes, alcanzaron puntos importantes de exposición mediática en esta década que vieron puntos de exposición en estaciones como Radiactivo u Órbita o en canales como MTV o incluso Telehit.
En diferentes sentidos, quizás lo más importante de la década de los 90 para la música en México, fue que muchas de las bandas más representativas hoy en día alcanzaron puntos altos durante aquellos años, por otro lado, bandas que quizás ya no existen, dejaron su huella plasmada en la historia musical y nos dejaron legados importantes. Delimitándolo a solo un disco por banda y tomando en cuenta diferentes factores como la difusión, las letras, la evolución musical o la efervescencia de un disco debut, he aquí la lista de 10 discos que considero esenciales para el rock nacional:
El Circo – Maldita Vecindad (1991)
Maldita Vecindad salió a la luz mediática con este disco, que si bien tuvo hits como “Pachuco” y “Kumbala”, se constituye como uno de los mejores que ha hecho la banda en su carrera, un sonido urbano y estructurado que mezclaba ska y punk para crear un sonido que se volvió característico de la Maldita, complementado por letras geniales que contaban historias de los personajes de la ciudad o la ciudad misma y con una crítica implícita. “Un gran circo” es la canción axial del disco y quizás, la mejor muestra del espíritu que queda capturado en esta producción.
Re – Café Tacvba (1994)
El año pasado este disco cumplió 20 años y pocas cosas podrían agregarse a la gran cantidad de comentarios y elogios que se ha llevado este álbum. Empezando por el hecho de que un disco de 20 canciones no es nada fácil de conseguir y menos que cada una posea una identidad única. Otro logro de este disco es que tenía que superar la marca que dejó el disco debut de la banda y sin duda, la superó por mucho. En Re, Café Tacvba exploró mucho más profundamente elementos de la música tradicional mexicana que acomodó perfectamente con rock. Canciones lúdicas como “La Ingrata” o “El metro” que también tenían contrapartes más profundas como “Esa noche” o “El ciclón”, dieron forma a este disco de Café Tacvba, el cual los colocó como una de las bandas más representativas del rock nacional.
El nervio del volcán – Caifanes (1994)
Sin saberlo, este se iba a convertir en el último disco que Caifanes grabaría como tal. El nervio del volcán continuaba con el sonido que Caifanes había estado trabajando en sus discos anteriores, sin embargo, líricamente, las letras reflejaban emociones más explosivas en algunas canciones y en otras, perfeccionaban temas que antes habían sido tratados de otra manera. Si tuviéramos que escoger una canción representativa de este disco, sería “Afuera”, pero también tendríamos que rescatar gemas como “Ayer me dijo un ave”. En El nervio del volcán Caifanes perfeccionó el sonido de muchos años y así, cerró un ciclo.
Amor Chiquito – Fobia (1995)
Fobia trajo un sonido particular a la escena musical, comenzando por una sólida base rítmica que contrastaba perfectamente con las armonías que proveían teclado y guitarra. A su vez, la música de Fobia tenía un tono irreverente (que tenía también un muy ligero tono de crítica) por lo que este disco significó mucho para la banda, no sólo por saber balancear perfectamente todos los elementos que los caracterizaban, sino por llevar su sonido a madurar un poco más, aventurándose con sonidos más ásperos y potentes como en “Revolución sin manos” o “Descontrol”, aunque dejando presentes baladas como “Hipnotízame”, pero con un sonido más sofisticado.
Mucho Barato – Control Machete (1996)
Decir que Control Machete no llegó a abrir una brecha importante en la escena nacional sería mentir un poco. “Comprendes, Mendes?” fue clave para que el Hip-Hop nacional diera un golpe contundente en el público y adquiriera una voz local, ya no teníamos que mirar a EE.UU. para buscar esta música, sino que ahora había un grupo mexicano que lo estaba haciendo e iba en serio.
Babel – Santa Sabina (1996)
Santa Sabina era una banda muy significativa, tanto por su propuesta musical –misma que estaba aderezada con géneros como el rock gótico o el progresivo, jazz e incluso punk– como por los excelentes músicos que la conformaban. Santa Sabina siempre se caracterizó por un sonido repleto de detalles complejos y delicados, que en Babel encontraron un lienzo perfecto para ser plasmados y crear algo genial. En las palabras de Alejandro Otaola, en Babel Santa Sabina buscó “crear un disco donde hubiera una unidad temática. En los 70 eran llamados ‘discos conceptuales’ porque solía haber un hilo conductor, pero en el caso de Babel se sigue una línea de desarrollo emocional más que la narración de una historia per se”.
¿Dónde jugarán las niñas? – Molotov (1997)
El disco debut de una de las bandas más importantes del rock nacional (ya sea que les guste o no Molotov) y el que mayor impacto ha tenido. Con este disco Molotov abrió la puerta a la escena musical… con una patada, ya que canciones como “Puto” o “Gimme The Power” eran algo inusitado. El lenguaje utilizado, el tono sarcástico de decir las cosas y la simplicidad de su sonido les ayudaron a llevar la irreverencia a otro nivel.
Aquamosh – Plastilina Mosh (1998)
Monterrey nos regaló varias cosas buenas a finales de los 90 y Plastilina Mosh fue una de ellas, llegando con una mezcla interesante de elementos provenientes del hip-hop, la música electrónica e incluso el jazz. Un grupo que redefinió el término “fusión” dejándonos uno de los mejores discos de esa década y una de las canciones que aunque quisiéramos, no nos podríamos borrar de la cabeza: “Mr. P-Mosh”, desde luego, acompañado de su emblemático video al lado de la exhuberante Lyn May.
Hombre Sintetizador – Zurdok (1999)
Otra de las joyas que nos trajo la “Avanzada Regia” y además, en un año tan emblemático como 1999. Hombre Sintetizador fue el disco que plantó a Zurdok (ya a secas) en el mapa musical y con el que la banda se sumergió en una profundidad sorprendente. Sonidos y letras mucho más obscuros y oníricos, arreglos orquestrales, incorporación de distintos instrumentos, diferentes géneros musicales explorados que salían del rock duro que plasmaron en su disco debut y que no se alejaban tanto del origen de la banda, dando como resultado un disco casi conceptual que no sólo fue bien recibido entre la crítica, sino entre el público también.
Restaurant – Jumbo (1999)
La carta de presentación de Jumbo fue un disco bello, que visitaba lugares llenos de melancolía en canciones como “Siento que” o “Fotografía” o que hablaba con intensidad y coraje como en “Aquí”. Un sonido influido por la cercanía de Monterrey con la frontera y por consiguiente, la interesante mezcla musical que esta cercanía conlleva. Con Restaurant, Jumbo aportó el elemento que faltaba para definir el sonido de la “Avanzada regia”
Mención honorífica:
República de Ciegos – Resorte (1997)
Caramelo Macizo – La Lupita (1998)
Elevator – Titán (1999)
4 – Lost Acapulco (1998)
La invasión de los blatidos – Cuca (1992)
Si extendiéramos la lista, desde luego que tendríamos que incluir algunos más de Café Tacvba, 3-D de La Lupita, La Barranca entre otros. ¿Ustedes cuál agregarían a la lista?
@conejoazulorama