¿Quién dice que la salsa no es un deporte extremo?
Al ver que una chamacona saltó a la pista para hacer gala de unos buenos chicharrones pasitos, dos joviales caballeros comenzaron una aguada discusión para ver quién de ellos podía echarse un baile vertical…
La chica no peló a ninguno de los dos… pero aun así uno de ellos fue perseverante y no perdió oportunidad de lucirse con su cantinflesco bailecito… Sin embargo, el mister no iba a dejar las cosas así y regresó con la artillería pesada.
Ya lo anunciaba la canción: ¡llorarás!
Hubiera aplicado la 411… pero de seguro no dominaba ese ritmo.