Probablemente ya habían oído hablar de él, pero si no, es un buen momento para que admiremos su singular belleza.
Él es Da Vinci, un potro castaño que nació con una peculiar mancha con forma de la silueta de otro caballo. Así es, un caballo en otro caballo.
Vinny, como cariñosamente lo llaman sus cuidadores, nació en mayo pasado en Fyling Hall, una escuela de equitación ubicada en la bahía de Robin Hood, en North Yorkshire, Inglaterra.
“Compré a la mamá de Vinny en una feria y al llegar a casa descubrimos por casualidad que estaba embarazada. Unos meses después llegó Vinny y su fantástica marca de nacimiento”.
… comentó su dueña Wendy Bulmer, quien explicó que al principio, descubrir este embarazo no les cayó muy en gracia, pues un potro extra implicaba más gastos que no tenían planeados. Sin embargo, al poco tiempo descubrieron que la llegada de Da Vinci ha sido toda una bendición.
“Vinny y su marca está ayudando mucho a la escuela de equitación. Él es muy amable y los niños le adoran”.
Esta mancha blanca se encuentra muy bien marcada y coincide perfectamente con la pata delantera, cuello y crin del caballo.
Además, al moverse el caballo de la mancha también parece hacerlo:
Simplemente hermoso. Un ejemplo de lo juguetona que puede ser la naturaleza.
