En una insólita historia digna del célebre autor de terror Stephen King, un hombre que hace 27 años decidió abandonar a la sociedad de Maine, Estados Unidos, en favor de una solitaria vida en una cueva, fue atrapado por las autoridades locales, no por ser un ermitaño, no por algún asesinato espeluznante, sino por ¡más de mil cargos por robo de comida!
Christopher Knight es un ermitaño de 47 años que hace casi tres décadas se convirtió en una especie de leyenda local que los residentes de las localidades cercanas llegaron a ver en muy pocas ocasiones pues el hombre se refugiaba en una choza instalada en un bosque cercano. Sin embargo, sorprende que nadie se haya preguntado como es que este hombre se alimentó durante tanto tiempo en una zona donde la comida es muy escasa.
Al ser arrestado la semana pasada por un guardabosques que instaló todo un sistema de vigilancia para atraparlo, se descubrió que Knight había pasado 27 años robando comida de las casas, campamentos y establecimientos cercanos, rompiendo así con el mito de que este ermitaño moderno se alimentaba de los frutos que la buena tierra le brindaba.
Durante una investigación posterior a su detención, los policías de Maine encontraron la pequeña choza que Knight llamó “hogar” durante casi treinta años. Sorpresivamente, a pesar de las precarias condiciones en las que el ermitaño vivió, los médicos que examinaron al hombre determinaron que éste gozaba de una excelente condición física, concepto que muchos de sus “vecinos” desconocen.
Se desconocen las razones por las cuales Knight decidió alejarse de la sociedad.
De acuerdo a las autoridades locales, a Knight se le imputan más de 1,000 cargos por robo, pero no se le podrá procesar por poco más de un 90% de ellos debido a que una ley local establece que sólo se le puede juzgar por delitos cometidos en los últimos años, todo estos relacionados con la sustracción ilegal de alimentos.
De algo tenía que comer, ¿no?