La gran mayoría ha deseado tener un avión privado en el que se pueda realizar cualquier fantasía. Desde poder viajar estirando las piernas sin tener que disculparse con el de adelante, probar las comodidades de la clase ejecutiva o de plano, hacer el delicioso. Pues tal parece que la semana pasada, el usuario de Twitter Alex Svanevik, frotó su propia lámpara maravillosa, al tener la suerte de viajar en un vuelo comercial de larga duración, sin ninguna otra compañía que la de la tripulación.
Al abordar el avión, el director ejecutivo de la plataforma de análisis de blockchain, ‘Nansen’, se dirigió inmediatamente a su asiento como ya es costumbre. Pero después de esperar y esperar, de pronto las compuertas se cerraron y la aeronave se dirigió a la pista de despegue. Un poco confundido, el primer pensamiento de Svanevik, fue que se equivocó de vuelo. Pero, una vez aclarada la situación con las sobrecargo, todo fue placer y comodidad.
Siete horas de comodidad
El vuelo comercial salió de Abu Dabi en los Emiratos Árabes con destino a Singapur, ocurrente emprendedor le esperaban poco más de siete horas para experimentar todo lo que quisiera en la aeronave, incluyendo desde luego la primera clase. Aunque lo que no pudo soportar, es que tanto el capitán de vuelo como la tripulación, se dirigían a él por su nombre, tal como si fuese su propio avión privado.
“Bienvenido, señor Alexander”, “Sr. Alexander, le habla el capitán de vuelo desde cabina…”, ¿Le puedo ofrecer alguna bebida, Sr Alexander”, una situación que el pasajero ermitaño describió en un video como “algo 100% real y 120% surrealista”. Cuando el tweet comenzó a extenderse por Internet, muchos usuarios le preguntaron por qué un vuelo internacional despegaría ante esa singular situación.
Fue la propia tripulación quien respondió que no es extraño que un vuelo comercial viaje con un solo pasajero y de hecho, aunque Svanevik, no hubiese comprado su boleto que le permitió volar como en avión privado, la aeronave habría despegado sin importar qué, para ayudar a las empresas a mantener sus horarios y espacio en la pista. Ojalá que algún día tengamos la misma suerte.
