Jorge Jesús Gavelán es el nombre de un ser humano admirable que demostró con el ejemplo lo que es entregarse por completo a la vocación de transmitir el conocimiento. Este profesor originario de Perú fue diagnosticado con COVID-19 en enero, pero se mantuvo dando clases a distancia pese a la necesidad de usar un tanque de oxígeno por las complicaciones de la enfermedad.
Admirable, sin duda. Sin embargo, el hombre tenía 71 años y la enfermedad no lo perdonó. Esta semana murió por las secuelas que el coronavirus dejó en sus pulmones y rápidamente su nombre e historia se volvieron virales en redes sociales.
El profesor siguió dando clases tras contagiarse de Covid-19 ante la falta de compromiso de su suplente
Resulta que este profesor daba clases en la Facultad de Ciencias Contables de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero tras contagiarse de COVID-19, estuvo internado en una Unidad de Cuidados Intensivos del área Covid en el hospital. Y aunque logró superar la enfermedad, fue necesario mantenerse conectado a un tanque de oxígeno por las huellas de la infección en su organismo.
La institución, por ello, le buscó un suplente. Sin embargo, según informa el medio local peruano El Comercio, el profe Gavelán se percató de que éste no asistía con regularidad a dar la clase, por lo que decidió volver e impartir sus materias con todo y el tanque de oxígeno.
El profesor murió exactamente dos días después de aplicar un examen final a sus alumnos. Una de sus hijas declaró que luego de dicho examen, comenzó a sentirse mal y a necesitar cada vez más oxígeno, lo que orilló a la familia a llevarlo nuevamente al hospital, donde finalmente falleció.
¿Hay reserva moral y actos de patriotismo en Perú? Si, claro ejemplo el catedrático de la UNMSM Jorge Jesús Gavelan Izaguirre, quién dictó sus cátedras con oxígeno. Hace unos días falleció. Él no pudo vacunarse, a pesar de ello siempre se preocupó por la educación de sus alumnos pic.twitter.com/lPTq8DRyIP
— Nadia Ramos 🇵🇪 (@ramosnadia) February 16, 2021
“Le dijimos: Papá, para; y nos dijo: No, yo quiero continuar. Y continuó. Dictaba clases virtuales tres veces a la semana, a tres salones. Eran un promedio de 6 horas diarias. Llegó a concluirlas, tomó el examen final y desde ahí recién se sintió mal. De necesitar cuatro litros de oxígeno, de pronto pasó a nueve litros y tuvimos que llevarlo al hospital”, declaró al citado medio Fabiola Gavelán.
Su caso hizo más ruido aún por el escándalo del “Vacunagate” en Perú
Antes de morir, Gavelán pidió a su familia que, en caso de volver a estar contagiado de coronavirus, lo llevaran a casa y no al área de cuidados intensivos, pues en ese lugar vio morir a mucha gente y no quería regresar. De acuerdo con la declaración de su hija, el profesor murió por fibrosis pulmonar y un derrame pleural, ambas consecuencias de haber padecido COVID-19.
El caso de Jorge Jesús Gavelán salió a la luz en medio de un escándalo en Perú conocido como “Vacunagate”, en el que un total de 487 personas (122 funcionarios públicos incluidos) se vacunaron contra COVID-19 cuando no les tocaba, lo que generó una enorme indignación y la inevitable comparación con casos como el de este profesor, quien no pudo acceder a la vacuna a tiempo.
Por eso es que muchos tenemos sentimientos mezclados: indignación, vergüenza ajena, tristeza. Muchos hemos perdido personas muy cercanas, mientras otros sólo pensaron en sí mismos. pic.twitter.com/NY4sjrtvwU
— Luciano López Flores (@lucianolopez27) February 17, 2021