El 2020 nos ha traído mala noticia tras mala noticia, siendo el coronavirus el tema central de muchas de ellas. No obstante, también nos ha dejado conocer historias enternecedoras donde queda claro que los humanos le estamos ganando la batalla moral a la pandemia. Nick Avtges protagoniza una de esas historias, pues este hombre de 88 años usó una grúa para visitar a su esposa, quien se encuentra aislada por culpa del COVID-19.
La historia es la siguiente: Nick Avtges y su esposa Marion, de 85 años, se veían diariamente a pesar de no vivir juntos. Él vive en su casa, pero la visitaba todos los días en el Maristhill Nursing & Rehabilitation Center, el centro de retiro donde ella permanece. El problema vino cuando dicho lugar decidió cerrar el acceso a todas las personas para no arriesgarse a que alguno de sus residentes fuera contagiado por el coronavirus.
La tristeza golpeó fuerte al hombre de 88 años y sus hijos decidieron hacer algo al respecto. Hablaron sobre usar una grúa para que él pudiera visitarla desde afuera del edificio primero en broma, pero inminentemente la idea pasó a ser una realidad. Los hijos de Nick consiguieron rentar la grúa través de redes sociales y dieron vida así al memorable encuentro entre los felices esposos.
My in laws are seperated right now due to Nursing home lock https://t.co/3aTr77Hz8f what @CAvtges arranged. Enjoy! It will be all over the Boston News tonight!@JaniceDean @WCVB @boston25 @7News #operationliftpapou pic.twitter.com/I3h6yp4EOK
— Tabetha Avtges (@noMSingwithme) April 9, 2020
De acuerdo con el Boston Globe, Nick Avtges subió a la canastilla de la grúa, se elevó tres pisos hasta llegar a la ventana de la habitación donde vive su esposa y le mostró un letrero con la frase “Te amo, cariño“. Manteniendo su sana distancia y con mascarillas adecuadas, la pareja de abuelitos logró pasar al menos 20 minutos platicando.
Las imágenes del bello encuentro fueron grabadas por hijos y nietos, y luego fueron compartidas en redes sociales, haciéndose virales rápidamente por lo conmovedor de ver al hombre subir hasta la ventana de su esposa, al puro estilo de Romeo y Julieta, con tal de pasar unos minutos con ella. “Hubiera subido 10 pisos, no me hubiera importado“, declaró Nick.