Eres estudiambre, estás esperando la beca quincenal y, por supuesto, la vida tiene prioridades. Eres malo para organizarte y siempre acabas la quincena más pobre que pobremán, es entonces cuando las mieles del tercer mundo te sonríen. Pocas cosas pueden salvarte de los últimos días del mes como los básicos del OXXO, y el mejor de ellos es el Vikingo y para muestra, las siguientes inigualables situaciones que te recuerdan lo que es estar vivo.
Vamos con las imágenes, Joaquin:
1. Estudiambre pero con doctorado en micro-finanzas
Porque haces maravillas con el último billete de $50 y las 3.5 monedas que le rascaste al sillón.
2. Los Juegos del Hambre: Final de Quincena
Los recursos son limitados, pero de alguna manera tú te encargas de hacer las cosas funcionar. Le ruegas a la cajera que sea ella la que te redondee a ti.
3. Un OXXO es lo mejor que te puede pasar saliendo del antro
Tienes tanta hambre que no te importa nada. Tú tienes un objetivo y a la cajera más vale llegar rápido a la ventanilla o te la comes a ella también.
4. Hay más trabajo que hambre
O bueno, tal vez no más que hambre pero sí que más vida como para tomarte una lujosa hora de comida. Rapidito, calientito y zan.
5. Nunca le dices que no a un jocho
Y la neta, seamos honestos: puedes haber recién comido pero si llega tu BFF godín con la clásica promoción de Vikingos, jamás le vas a decir que no.
Amamos la comida y amamos a los jochos por sobre todas las cosas. Y es que, ¿qué haríamos sin estas bendiciones gastronómicas que protegen nuestra hambre y nuestro bolsillo? ¡Larga vida a los Vikingos y demás manjares del OXXO!