ADVERTENCIA: Contenido gráfico
Una de las lecciones más poderosas de El rey león, la aprendimos junto a Mufasa y Simba. Fuera del “Recuerda quién eres” (sumamente poderoso), comprendimos que la vida es un ciclo y todos pertenecemos a un sistema que debe mantener su equilibrio con base en las funciones de cada uno. Los leones comen antílopes y éstos se alimentan del pasto que, según Mufasa, está conformado del cuerpo de los leones cuando mueren…
Por más que nos neguemos a ver a un pequeño impala en garras de una gran manada de leonas, es parte de un proceso natural que mantiene el orden. Por eso, no hemos de extrañarnos y/o sorprendernos cuando un dragón de Komodo, uno de los reptiles más letales en el mundo, se traga entero a un mono… o tal vez sí pueda perturbarnos un poco.
Un video que ha sido compartido los últimos días, muestra a un dragón de Komodo tragando el cuerpo de un mono en una provincia de Indonesia. Ahora bien. La noticia comenzó a difundirse hace un par de días en medios internacionales como FoxNews; sin embargo, este mismo video apareció el mes pasado en redes sociales y lleva más de dos años en la plataforma de YouTube.
Este lagarto es uno de los más grandes que se tienen registrados, y pueden llegar a pesar hasta 70 kilogramos o más. De acuerdo con National Geographic, los dragones de Komodo son carnívoros, y su poderosa mandíbula y cuello lo hace capaz de comer 80 por ciento de su peso en un sólo bocado.
Un dragón de Comodo tragandose a un mono 🦍 pic.twitter.com/gwoOdYsYbd
— Josiant (@Josiant4) June 7, 2019
Son capaces de devorar distintos animales como monos (evidentemente), puercos, venados e incluso otros dragones de menor tamaño. Se consideran letales por su veneno, el cual está formado de toxinas que bajan la presión arterial, provocan sangrados profundos y fuertes traumas. El animal no muere al instante, y parte de su caza es seguir a su presa hasta que esta se conmociona.
Como mencionamos, son capaces de devorar un animal de gran tamaño que puede superar el suyo. A pesar de ser letales, pocas veces se ha registrado un ataque de dragón de Komodo a un humano. Además, las probabilidades de sobrevivir en una persona son mayores frente a un animal considerando el tratamiento y la inmediatez en que se atienda a la víctima.