Y es que si hay algo que sobra en este mundo es gente gandalla. como los dueños de una compañía farmacéutica que se ha engordado la cartera aumentando el precio de las pastillas para abortar y ofreciendo este tratamiento para aquella personas que sufren de trastornos hormonales.
Aunque la mifepristona es usada como método de emergencia para provocar abortos espontáneos, recientemente fue descubierto que sus componentes pueden ayudar a tratar el síndrome de Cushing, que es cuando el cuerpo está expuesto a demasiadas hormonas, lo que puede desembocar en obesidad, fragilidad de la piel, debilidad, fatiga, colesterol y azúcar alto en la sangre.
De acuerdo a DailyMail, la población de mujeres que podría quedar embarazada involuntariamente y necesitar de pastillas abortivas. es tan grande como el número de mujeres entre 15 y 45 años, mientras que el síndrome de Cushing afecta a un sector mucho menor de entre 10 y 15 millones de personas al año en el mundo.
Normalmente, las pastillas para abortar se venden en el mercado por alrededor de 80 dólares, según el reporte de DailyMail, pero para quienes padecen de alguna afección pituitaria, las pastillas podrían costarles hasta 500 dólares.
Habitualmente, el síndrome es causado por tumores que se encuentran a lo largo de la glándula pituitaria, que es la encargada de regular la liberación de cortisol; aunque también se puede dar como un efecto secundario por la ingesta de esteroides.
Cuando la píldora abortiva fue llevada al mercado pero reenvasada como Korlyn, no pasó por un nuevo proceso de investigación, sino que la FDA nombró a este medicamento como huérfano, lo que le dio 12 años de exclusividad. Así, el fabricante de Korlym, ha ido aumentando gradualmente el precio de la pastilla, pasando de 223 dólares hasta legar a 550 dólares.
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