¿Cuántos de ustedes no llegan a la oficina/escuela con la panza de farol 1) porque se despiertan demasiado tarde y ni tiempo les da de tomar sus sagrados alimentos o 2) porque por las malditas prisas se les olvida esa comida que con tanto esmero se prepararon.
En el segundo caso, quién sabe por qué siempre que nos percatamos del olvido ya es demasiado tarde para regresar… en estos tiempos modernos, el dinero es oro y una vuelta para recuperar ese sándwich de huevo implica el riesgo de perder el microbús que sólo pasa cada media hora. En fin, el caso es que, nomás para farolear, un Godínez en China tuvo a bien mostrar cómo su pareja le ayuda a solventar sus olvidos alimenticios.
Y bueno, también presume que él si tiene carro… así que bien podría echarse ese “changüis” en la comodidad de su casa, para después meterle pata y llegar a tiempo a la chamba.
Como sea, quién sabe si la mujer podría hacer lo mismo con una guajolota o una torta de plátano. El peso del migajón seguro modificaría el recorrido del objeto lanzado y… bueno, el asunto es que vean que pin%&/e tino de la doña.