En una de las esquinas más icónicas de la Ciudad de México, entre Isabel la Católica y Francisco I Madero, hay un edificio conocido como La Esmeralda, que además de ser parte de la historia de esta urbe, es la casa de uno de los sitios más auténticos, originales y geniales que se pueden conocer, El Museo del Estanquillo.

Hay que destacar que esta edificación estaba destinada a cosas grandes desde el inicio. Su llegada cimbró la arquitectura en la ciudad, entre otras cosas, porque para su construcción se utilizaron técnicas vanguardistas como la implementación de hierro en la estructura.

El Esmeralda fue inaugurado por Porfirio Díaz/ Imagen: Wikipedia

El Esmeralda es una asombrosa unión del estilo Neoclásico Francés y Barroco en la entrada y de Art Nouveau en los interiores. En él podemos descubrir todas estas etapas arquitectónicas que llegaron a la ciudad durante el siglo XX.

De la Esmeralda al Museo del Estanquillo

Ambos, el edificio y el museo, se conjugan para contar diferentes fragmentos de nuestra historia. Por un lado, La Esmeralda nos habla de los días de lujo afrancesados de la época porfiriana y por otro El Estanquillo nos cuenta la historia del México desde los años 50. 

El recinto se construyó en 1892 gracias a la maestría del arquitecto Eleuterio Méndez, que tuvo la misión de convertirlo en una exclusiva joyería de la pujante Ciudad de México de finales del siglo XIX.

Uno de los edificios más emblemáticos/ Imagen:Wikipedia

Su inauguración ocurrió un 27 de noviembre y fue el mismo Porfirio Díaz el que cortó el cordón rojo. La joyería se llamaba La Esmeralda Hauser-Zivy y además de venderle diamantes a las clases altas, era un emporio de lujo que contaba con escaleras de barandales brillantes, una galería y un café al más puro estilo parisino.

Con la Revolución Mexicana y con el paso de los años, el inmueble se deterioró y en un momento hasta se convirtió en un antro que casi destruye al Esmeralda.

Su historia cambió en el año 2000 cuando un grupo de amigos integrado por Slim, El Fisgón y Payan decidieron usarlo para albergar otro tipo de joyas, las que tenían un valor para Monsiváis.

Una de las pasiones de Monsiváis era el coleccionismo/Imagen: Getty Images

Sobre El Museo del Estanquillo

El Estanquillo es un museo que nació para albergar la inmensa colección de cosas que juntó durante su vida Carlos Monsiváis.

Antes de morir, el cronista heredó para todos los capitalinos una de sus pasiones más grandes, la de guardar artículos de valor, pero inadvertidos, que encontraba desperdigados en los distintos tianguis de la capital.

Aquí hay toda clase de objetos alusivos al cine./Imagen: Facebook Museo del Estanquillo

Asimismo el curioso nombre de este museo, fue también idea de Monsiváis. Lo sacó como una analogía de la forma en la que se le llamaba en la antigüedad a los pequeños comercios urbanos, “estanquillos”. Puestitos en los que antes se podía conseguir de todo.

¿Qué se puede ver en el Estanquillo?

Caricaturas, posters de películas del Siglo de Oro, objetos raros de la Lagunilla. Fotografías de muchas épocas y una buena cantidad de ornamentos que nos explican cómo ha sido la vida cotidiana en la CDMX.

Aquí los asistentes podrán contemplar más de 20 mil piezas de todo tipo. Pequeños y grandes tesoros que componen colecciones asombrosas de cosas inimaginables como documentos históricos sueltos o postales de Pedro Infante fumándose un cigarro en los Estudios Churubusco.

Hay también una colección de caricturas raras./Imagen Facebook Museo del Estanquillo

Hay también una buena diversidad de temas. Por ejemplo, una recopilación de partituras de mambo de Pérez Prado, un salón para ver las mejores escenas del cine de rumberas y homenajes a Resortes y a Tin Tan. 

También se puede apreciar de cerca el paso de Luis Buñuel en la Ciudad de México. Las películas, actrices, vestuario y sitios en los que el español filmó obras de la envergadura como el Ángel Exterminador o los Olvidados.

Por si lo anterior fuera poco, los visitantes pueden ir a la Sala de Lectura a visitar las cenizas de Carlos, que se preservan dentro de una urna en forma de gato, hecha por Toledo. Después de todo, el gran Monsiváis, también amaba los gatos.

Aquí descansan los restos del famoso cronista/ Imagen: Facebook del Estanquillo

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Dirección Museo del Estanquillo: Isabel La Católica 26, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06000 Ciudad de México, CDMX

Entrada: $90

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