Existen rincones cerca de la gran CDMX que nos cautivan con su belleza; tal es el caso de la hacienda más antigua de México, cuyas paredes han sido testigo de nuestra riqueza cultural. La hacienda es ejemplo de esas majestuosas construcciones que le dan un encanto especial al estado del país en el que se encuentran. Estamos hablando de la hacienda San Juan Hueyapan, la madre de todas las haciendas, y la cual es perfecta para un paseo de fin de semana. Vale la pena darse una escapada, para explorar este sitio lleno de arte, historia y belleza.
Aquí te contamos un poco de esta hacienda legendaria, que se encuentra a un corto viaje desde la CDMX. Te recomendamos que en tu siguiente fin de semana pases unos días entre naturaleza, tradición, y confort.
Entre prismas basálticos, naturaleza y un pasado minero
En el estado de Hidalgo se localiza esta hacienda que inspira tranquilidad y desconexión a quienes la visitan. La hacienda San Juan Hueyapan, cuya historia se remonta a la época de Hernán Cortés.
De un sitio ganadero y agrícola a un espacio de relajación
El sobrino de Hernán Cortés fue el encargado de edificar la hacienda en el año 1535. En sus inicios la Hacienda fungió como sitio ganadero y agrícola para las comunidades mineras de la zona. Posteriormente pasó a ser un centro de resguardo y acopio de semillas, hasta ser una hacienda pulquera. Tanto fue la importancia de la industria pulquera que dentro de la hacienda se pueden ver los remanentes de una antigua estación de ferrocarril que servía para transportar pulque.
A lo largo de los años, esta hacienda ha visto pasar por sus habitaciones a varios personajes, entre los cuales están Pedro Romero de Terreros y la familia Landeros y Cos, quienes le dieron su estilo y características actuales.
Actividades qué se pueden realizar en la hacienda
Hoy en día el sitio es un destino popular para la celebración de eventos, como bodas, ya que este ofrece la atmósfera perfecta para conmemorar una ocasión especial. Todo enmarcado por el relajante y natural ambiente del bello Hidalgo.
Al caminar por sus pasillos decorados de arquitectura, cuadros y pinturas verás un contraste del México antiguo y actual en cada detalle. Además puedes caminar por sus exuberantes jardines, en particular su jardín japonés, así como los potreros y senderos que te transportan a aquella época que hoy se vuelve un ambiente único para el descanso y la tranquilidad. Para realmente conocer su rica historia, puedes reservar con un guía local uno de los recorridos por todos los rincones de la hacienda.
Además de su importancia histórica, la hacienda guarda un pequeño secreto que sorprende a sus visitantes. Al estar en el estado de Hidalgo se ve envuelta en la leyenda y creencia de los duendes y criaturas de fantasía, que se dice se han visto deambulando por los pasillos de la hacienda, así como los potreros y senderos cercanos a esta. Si eres muy observador quizás te encuentres con uno de estos seres que harán más mágica tu visita en este lugar.
Recomendamos pasar un par de noches en este sitio, para que uno te adentres realmente en su atmósfera. El sitio funciona como espacio de hospedaje y centro de retiro espiritual. Puedes hospedarte en una habitación, departamento o también cabañas.
Si ya tomaste la decisión de pasar un fin de semana relajado en la hacienda, puedes ir a visitar muy cerca los prismas basálticos de Huasca de Ocampo, una impresionante construcción natural, formada por hexágonos de basalto, ocre y rojo. Al igual que el pueblo mágico de Huasca de Ocampo, un pintoresco sitio, lleno de colores, tradiciones, historia y cultura.
Cómo llegar en tu viaje de fin de semana a la hacienda
La hacienda se encuentra a tan solo 20 min por carretera del centro de Huasca de Ocampo, en el Estado de Hidalgo. La dirección completa de la Hacienda San Juan Hueyapan es San Juan Hueyapan s/n, 43500 Huasca de Ocampo, Hidalgo.
Sin duda, las haciendas de México son un recordatorio de aquel ayer que guardamos con nostalgia. Un encanto que atrapa a sus visitantes y un destino imperdible para tu próxima escapada de fin de semana.