Además de ser amantes de la lectura, los finlandeses pueden ir a sus bibliotecas y después de leer uno de los 47 libros que en promedio se chutan por año, deleitar su pupila con… no sé, bailarinas de pole dance.
Al ritmo de “Grease lightning” la dama en cuestión baila en el tubo haciendo más giros que un relato de Cortázar. Obviamente los lectores no se incomodan y detienen su lectura para prestarle la debida atención a la mujer que bien podría protagonizar un relato de Enrique Serna.
El poderoso acto tuvo lugar la semana pasada en una biblioteca pública de Finlandia. Adriano Alfonso, el héroe que subió el video, sólo atinó a comentar: “estaba tratando de concentrarme en en mi trabajo, cuando de repente sucede esto…”
Detalles que se pueden ver con gracia en un país que posee un admirable nivel de educación: ocupa los primeros lugares del informe PISA, el estudio mundial a jóvenes de 15 años en 50 países. En Finlandia, el sistema de bibliotecas es uno de los servicios públicos más populares, ya que en ellas se ofrecen variados títulos.
