Una de las grandes incógnitas en la humanidad, es lo que sucede después de la muerte, y es que hay un sinnúmero de creencias sobre lo que nos puede pasar una vez que la huesuda nos lleve al otro mundo sin albur, pero nadie ha regresado de esos lares para que nos cuente lo que pasó.
Sin embargo, gracias estos tiempos modernos en los que vivimos, resulta que podemos enterarnos más o menos de qué es lo que se siente cuando dejamos de existir, debido a que un usuario en Reedit compartió su experiencia tras morir no una, sino dos veces y burlar a la muerte un par de ocasiones, una por un accidente de motocicleta y la otra por una sobredosis de analgésicos.
El nombre de este usuario es rootdude, quien escribió que al momento en que sucedió su muerte fue como si “no tuviera idea, simplemente todo fue un vacío obscuro. Sin pensamientos, sin conciencia, nada”. Y sí muchachos, sentimos decepcionarlos pero al morir, al menos desde esta experiencia, no se siente nada, cero, vacío. Pero mejor los dejamos con más palabras de rootdude.
“En ambas ocasiones, yo simplemente no estaba ahí. Era como si se pusiera todo en blanco. Lo compararía como cuando tomas una siesta. Una corta siesta sin sueño, que cuando te levantas sientes como si hubieras estado dormido por un largo tiempo, cuando en realidad sólo han sido 15 minutos. La única forma por la que me enteré de eso, es porque los doctores fueron obligados a compartir la información conmigo. Fue como: ‘ah y por cierto, estuviste muerto durante un par de minutos, sólo para que lo supieras’. Si los doctores no me lo hubieran dicho, hubiera pensado en que sólo tuve una siesta sin sueño”.
Cabe resaltar que este usuario también habló sobre la religión, y es que se declaró ateo, además de dejarnos una interesante reflexión. “Siempre he sido un ateo, pero siempre ha habido una parte de mí a la que le gusta pensar que hay algún Dios o Paraíso más grande que nosotros”.
“Sigo siendo un ateo, y ahora sé que no hay tal cosa como un Dios o un Paraíso. Al menos no para mí. Mi razonamiento detrás de eso es que ningún Dios podría poner a una persona o a una familia pasar por una experiencia así. Soy un ateo, y siempre lo seré, pero pienso que tu creencia es tu creencia. La única cosa que podemos compartir son nuestras experiencias y dejar que la gente tenga las suyas. La gente necesita dejar de forzar a los demás en creer en lo que ellos creen. La muerte es la muerte, una vez que estás muerto, es todo, se acabó.”
Así que ya lo saben Sopicuates, a disfrutar de esta vida porque no sabemos cuando se nos va acabar y hacia donde nos llevará una vez que estemos muertos.