Hay varias razones para temerle a los juegos mecánicos por más divertidos que éstos sean. Un accidente desde una de esas máquinas suele terminar en tragedia y también pueden dar sustos bastante fuertes. Eso último, por suerte, fue lo que pasó en una rueda de la fortuna de Disneyland.
Sucede que un grupo de turistas mexicanos se quedaron un buen rato varados en la famosa atracción de Disneyland y lo grabaron todo en video porque son de esas anécdotas que luego los compas no nos creen.
Se quedan varados en el aire en plena rueda de la fortuna
El video fue compartido en TikTok en la cuenta de la usuaria Pamela Benítez: @pizzaplaneta21. En la grabación se ve al grupo de jóvenes disfrutando de la atracción hasta que ésta se detiene. La rueda de la fortuna en cierto momento dejó de moverse y poco a poco el miedo se apoderaba de ellos.
La atracción es conocida como Pixar Pal-A-Round, y de acuerdo con Vive USA, el recorrido en total no dura más de 5 minutos sin detenerse. Pero tanto a Guillermo Rivera, como a su novia, además de dos turistas estadounidenses, les tocó estar en el aire mucho más tiempo.
Eran las 7 de la noche del pasado 17 de septiembre cuando todo esto sucedió. “Al principio pensamos que era normal, pero cuando vimos que los minutos pasaban y ahí seguíamos, nos empezamos a percatar de que algo había ocurrido”, declaró el buen Memo al medio antes mencionado.
“Empezábamos a mirar hacia abajo y la gente igual como que se quedaba viendo de que la rueda no se estaba moviendo”.
Por acá el video
Él mismo relató que el personal de Disneyland comenzó a hablarles desde abajo por medio de altavoces. Pero sólo les avisaban que estaban investigando por qué la rueda de la fortuna se había detenido abruptamente.
“Nos pidieron que no nos espantáramos, dijeron que nosotros estábamos 100 por ciento seguros y protegidos y que nos iban a bajar a la brevedad”.
Lo peor de todo es que cuando finalmente los bajaron de la atracción, no les dieron explicación alguna sobre el incidente. El joven contó que cuando los bajaron, nomás les abrieron la puerta para que se fueran.
Vaya anécdota…