La regla de oro es NUNCA los toques…
Un clásico de todo turista mamila que visita Londres es molestar a los guardias de la Reina, esto por la muy conocida idea de que estos no pueden moverse ni hablar… salvo lo que su protocolario trabajo les requiere.
Y pues así, este turista oriental se quiso hacer el gracioso… pero olvidó la regla que aplica tanto para este caso como para una visita a un table: NO TOCAR.