Hoy en “Mundo enfermo y triste…”
Una mujer de 50 años que teme que con la desaparición de su juventud y belleza se irá todo aquello que le daba “chispa” a su vida, ha optado por ya no seguir recibiendo el tratamiento de diálisis que requiere para seguir en este mundo… decisión que ya fue avalada por un tribunal.
Según reporta The Guardian, la inusual sentencia se basa en que la mujer (sólo identificada como “C”) aún es capaz de tomar sus propias decisiones, por lo que tiene el derecho a decir cuándo quiere que termine su vida, aun cuando los doctores del King’s College Hospital NHS Trust de Reino Unido opinan lo contrario…
Sobre todo por describirse a “C” como una mujer “impulsiva”, “egocéntrica”, consumidora de alcohol (en cantidades excesivas” y, por si fuera poco, divorciada en cuatro ocasiones.
“Esta posición refleja el valor que la sociedad otorga a la autonomía personal en materia de tratamiento médico y el derecho del paciente a elegir entre aceptar o rechazar el tratamiento médico de su doctor. Cuando un paciente se niega al tratamiento médico que salve su vida, el tribunal sólo tiene derecho a intervenir en los casos en que se esté convencido que el paciente no tiene la capacidad mental para decidir si debe o no aceptar dicho tratamiento… éste no es necesariamente el caso”, señaló el juez.
Sobra decir que la polémica se ha desatado, ya que mucha gente piensa que “C” no está del todo bien de la cabeza como para decidir cuándo dejar de tomar el tratamiento con el que continúa con vida… pero no es la primera vez que la mujer muestra desprecio por su existencia: hace tiempo, cuando se le diagnosticó cáncer de mama, “C” intentó suicidarse consumiendo una combinación de pastillas y alcohol…
Para la decisión, el juez analizó evidencia presentada por psiquiatras, médicos e incluso una de las tres hijas de “C”, quien señaló que para su madre todo estaba basado en las “apariencias”: no quiere ser “pobre”, “fea” o “vieja”.
“Ella ha dicho que lo más importante para ella es tener un estilo de vida con ‘chispa’ (…) no quiere vivir sin ella (…) piensa que ya perdió esa ‘chispa’”.
Para la hija de “C” (y toda la familia) la muerte de su madre sería devastadora, agregó que sin duda “es una decisión horrible. No nos gusta la decisión en absoluto. Pero no podemos escapar del hecho de que ella así lo quiere”.
Aunque el juez le ha dado el derecho a la mujer de rechazar su tratamiento, no impidió que familiares y médicos continúen haciendo su luchita para que desista de su decisión… aunque parece que no habrá vuelta de hoja.