Cuando uno se imagina a una tortuga, una imagen de tranquilidad y paz se nos viene a la mente, ya que este animal tan simpático pareciera estar en un “estado zen” todo el tiempo.
Pero como todos los animales de este mundo, las tortugas también son capaces de sentir pasión. Esto ha quedado preservado en video:
Claro, el acto del arrumaco por lo general solo es realizado con motivos de reproducción. Sin embargo, al igual que los humanos, hay animalitos que son un poco más jariosos de lo normal. Este es el caso de una tortuga africana de 22 años llamada Bert, quien reside en el Dinosaur Adventure Park en Norfolk, Virginia.
¿Notan algo curioso con Bert? Como podrán darse cuenta, trae sus propias rueditas de entrenamiento cual triciclo, debido a que gran parte de su vida adulta –la cual es casi nada si tomamos en cuenta lo longeva que es su vida– la ha dedicado al arrumaco.
Desde el año 2011, Bert ha participado en un programa de reproducción, inseminando a cientos de tortugas hembras. Sin embargo, el viejo arte del mete y saca le ha pasado factura. Los veterinarios encontraron que la tortuga sufre de artritis.
Viendo el sufrimiento del reptil, sus cuidadores decidieron colocarle estas rueditas para que Bert ande de aquí para allá, como un confiable “televisor Carnivale”.
“El público siempre se pregunta porqué Bert tiene ruedas, es por eso, que pusimos un letrero en su hábitat donde se explica la razón detrás de sus ruedas.”
Y bueno, si tomamos en cuenta que la vida de este tipo de tortugas se extiende de 50 a 150 años de edad, es posible que en el futuro, Bert reemplace sus ruedas por un par de cohetes para volar y para seguir procreando.