No hay nada peor que empezar el día con el pie equivocado. A pesar de lo simple de esta expresión, no se puede negar que hasta el más mínimo cambio en nuestro ritual para despertarnos, puede ocasionar que empecemos mal el día.
Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta de que es lo que nos hace aguitarnos al empezar el día, por lo que en muchas ocasiones amanecemos de malas y con ganas de mandar a todo al diablo.
Como esto es algo de lo que todos sufrimos, les dejamos estas siete cosas que pueden afectar de manera positiva o negativa su inicio del día:
Detener la alarma
Si bien, hoy en día muchos han reemplazado las típicas alarmas de reloj con las del celular, el apagar cualquiera de las dos para poder seguir “durmiendo”, tiene consecuencias un tanto graves para nuestro despertar; tanto física como emocionalmente.
Según Joanna Kleinman, propietaria del Centro de Relaciones Extraordinarias:
“Físicamente, el apretar el botón de la alarma hace que uno amanezca perezoso y sea menos productivo por andar despertando repetidas veces de un sueño profundo.
Emocionalmente, tú te preparas para salir tarde, apresurado y estresado en la mañana.”
¿La solución? Simple, despertarse inmediatamente de escuchar la alarma:
“Si escuchamos a nuestras mentes acerca de lo que creemos que queremos hacer, nosotros nunca seremos capaces de hacer los cambios positivos que necesitamos.”
Checar el telefono
Este, tal vez sea uno de los peores hábitos que tenemos incluso estando despiertos, ya que además de distraernos, la necesidad por estar revisando los mensajes, nos ponen nerviosos. Ahora imagínense lo que esto puede hacernos antes de siquiera levantarnos de la cama.
Según Joanna:
“Tus emails y textos son acerca de cosas que tienes que hacer, cosas que comprar o de cosas que tienes que añadir a tu lista de cosas por hacer. Esto se añade a las cosas que otra gente quiere que hagas, o a lo que tu mente te dice que tienen que ponerle atención.”
En pocas palabras, el revisar emalis, mensajes de texto y peor aún, posts de redes sociales, pueden provocar que iniciemos el día prejuzgándonos y comparándonos con otros. Así que, al menos para despertarse, dejen abajo sus celulares.
Planear tu día
A pesar de que esto resultará muy extraño para todos, tal parece que hacer una planeación sobre las actividades que haremos en el día, puede provocar que iniciemos nuestra rutina de manera muy apresurada y frenética, o al menos es eso lo que dice Joe Ingersoll, psicólogo y entrenador certificado.
Joe recomienda organizarse la noche anterior para evitar empezar nerviosos el día.
Beber agua
Como para todo, beber agua es lo mejor que podemos hacer. Debido a que el cuerpo se encuentra deshidratado por la falta de líquidos durante la noche, es importante que el primer líquido que toque nuestros labios, sea agua pura y cristalina.
Con esto, evitaremos cosas como dolores de cabeza, fatiga y ojeras.
Beber café
Claro, después de beber nuestro vaso de agua. El café como lo sabemos, es un buen estimulante que nos ayuda a desperezarnos y así, poder iniciar bien el día.
“El café es una gran fuente de antioxidantes, y puede incrementar la energía así como ayudar a estabilizar nuestro humor.”
Saltarse el desayuno
No necesitamos de ningún experto que nos diga que no desayunar es perjudicial para cualquier cosa, vaya, eso es algo que las mamas de los médicos saben perfectamente.
Despertarse temprano
Aunque no lo parezca y nos cueste mucho, pero mucho trabajo; el despertarse temprano es posiblemente, la mejor manera de empezar el día. Según la Asociación Americana de Psicología, quienes se despiertan temprano son más productivos y felices… bueno, si ustedes lo dicen.