Tikiri, una elefanta de 70 años que actualmente está enferma y es obligada a trabajar en un festival religioso de Sri Lanka realizado entre julio y agosto de cada año, está tan cansada y desnutrida que ya no se puede ni sostener de pie.
Al menos así lo ha dado a conocer la organización Save Elephant Foundation, quien a través de su página oficial de Facebook publicó una cruda fotografía en la que puede verse a la pobre elefanta tirada en el suelo, con el cuerpo en los huesos y sin energía para poder levantarse.
“Por favor ora por ella. Es demasiado agotador para ella caminar y trabajar. El día que la conocimos, el veterinario dijo que ella es fuerte y está bien caminar ???. Algunas personas son ciegas de corazón y se preocupan menos por los demás. Mira a esta pobre vieja que se ha caído y todo el mundo puede verla. No podemos dejarla en silencio. Es hora de ponerse de pie y tomar medidas para proteger a los demás que aún sufren y están esperando nuestra voz” escribió la organización en Facebook.
Y es que Tiriki, al igual que otros 60 elefantes, cada año son obligados a trabajar arduamente durante varios días en la procesión budista Kandi Esala –que se lleva a cabo entre julio y agosto en la ciudad de Kandy, Sri Lanka– , tienen que caminar durante cientos de kilómetros para que la gente “se sienta bendecida” cuando ellos pasan, en recorridos donde son acompañados por bailarines y personas con antorchas.
Cuándo dejaremos de usarlos como objetos, no son animales de carga, no deben llevarnos arriba y abajo mientras aporrean su cuerpo con un palo, no sabes andar, no tienes pies y un par de tennis? No son para circos ni cualqueir otro espectáculo. #StopMaltratoAnimal #tiriki #70años pic.twitter.com/wQSFDf8KCp
— Sweet Bussy (@MstaniaL) August 15, 2019
Save Elephant Foundation afirma que esta práctica es cruel y no tiene consideración por los animales, pues en el caso de Tikiri, a pesar de su condición es obligada a trabajar jornadas largas durante días seguidos. Sin embargo, nadie se da cuenta de ello por los trajes con los que la visten y que cubren su delgadez extrema. “Es hora de ponerse en pie y tomar medidas… Es hora de acabar con el uso de animales en ceremonias”, propone.