El tianguis de La Lagunilla es por excelencia, el mercado de antigüedades más grande y completo de la CDMX. Ahí vamos a encontrar reliquias del pasado y piezas únicas de colección que ya no tienen a su dueño original y que pueden llegar a nuestras manos.
Tal es el caso del telescopio Fecker, encontrado en los locales del mercado, que terminó de vuelta con la Sociedad Astronómica de México.
El telescopio Fecker, uno de los diez que hay en el mundo
Este gran telescopio fue una donación del astrónomo Luis Enrique Erro a la Sociedad Astronómica de México (SAM) en los años 40. Se sabe que en el mundo solo hay 10 ejemplares de su tipo, que lo diseñó el norteamericano James Walter Fecker y ahora es de los únicos que funciona todavía.
Lo curioso de su reaparición es que esta sociedad, fundada en 1902 y considerada una de las más importantes de todo el mundo, después de tener un gran auge, decayó en la década de los 90 con problemas entre sus socios activos y sus instalaciones en la colonia Álamos quedaron tristemente abandonadas.
Ahí estaba el gran telescopio (que tiene un espejo principal de 30 cm de diámetro y puede dar hasta 200 aumentos ópticos) y que con el abandono fue robado, no se sabe por quién, y nadie se daría cuenta hasta que uno de los miembros de la sociedad lo reencontró en La Lagunilla en 2009 y lo compró por 15 mil pesos.
El gran telescopio vuelve a su lugar después de terminar en La Lagunilla
Lo que encontró el miembro de la sociedad (que prefirió el anonimato) fue el cuerpo del tubo del telescopio, que en sí es la pieza de mayor valor. Al registrar las instalaciones de la colonia Álamos, los miembros pudieron encontrar más piezas desperdigadas del aparato, lo que hizo posible su reparación.
Así es que entre 2013 y 2014 el telescopio Fecker fue restaurado debidamente. Ahora es completamente funcional y se encuentra en exhibición como una pieza de museo. Es un objeto de gran valor histórico, encontrado nada más y nada menos que en La Lagunilla.
La SAM espera nuestra visita
La Sociedad Astronómica de México se recuperó con el tiempo y su sede principal está en el Parque Santiago Xicoténcatl, en la esquina de Isabel la Católica y Cádiz, en la colonia Álamos.
Tiene otras dos sedes, una es el Planetario Joaquín Gallo, en el Parque de los Venados y la otra es el Observatorio Las Ánimas, en Chapa de Mota, Estado de México. En las tres hay actividades interesantes dirigidas a todo el público.
Tesoros ocultos olvidados por el tiempo en La Lagunilla
La Lagunilla es un lugar donde, según nuestra suerte, podemos encontrar cualquier cosa. Es un tianguis de tradición al que podemos ir a chacharear o hasta a encontrar alguna reliquia del pasado.
Ahí nos esperan desde obras de arte o muebles suntuosos y antiguos, hasta el vestuario de algún artista o torero del pasado, o el cuerpo de un telescopio olvidado, entre otras miles de curiosidades.