Pobladores de las playas bretonas, al Oeste de, reportan que desde 1980, un enigma sacude a las playas cercanas. De vez en vez, el mar escupe partes de teléfonos alámbricos de Garfield, un fenómeno que nadie podía explicar, pero ahora 30 años después, el misterio de los teléfonos de Garfield en Francia, ha quedado resuelto.
Hace un par de décadas, la llegada de las partes de los teléfonos a la playa, podría ser comprensible, pues estaban de moda y hasta cierto punto era natural encontrar restos de teléfonos desechados, pero en este punto de la vida, donde los teléfonos fijos están en peligro de extinción y la preocupación por la contaminación de las aguas, no era lógico.
Pues en la playa, solo encallaban decenas y decenas de piezas del teléfono, pero en partes, es decir, llegaban varias bocinas un día, y partes de plástico naranja al otro. Como algunos de ustedes recordarán, se trataba de unos teléfonos fijos, con la forma del gatito glotón, que cada vez que contestabas, habría los ojos, una mega ternura.
“Nuestra asociación existe desde hace 18 años y en ese momento hemos encontrado piezas de teléfonos de Garfield casi cada vez que limpiamos”, dijo a la AFP Claire Simonin, jefa del grupo local de limpieza de playas Ar Viltansou en Bretaña. El misterio de los teléfonos de Garfield, parecía imposible de resolver.
Pero esta semana, al fin se reveló la verdad. Aunque hubiera sido una buena estrategia publicitaria para la el restaurante temático de Garfield, Simonin dice que recientemente recogió el testimonio de un residente local que dijo que a principios de los años 80’s había descubierto un contenedor roto lleno de teléfonos de Garfield.
El hombre, indicó a las autoridades, que el contenedor se encontraba en una cueva, organizaron una expedición, y…vualá, el misterio de los teléfonos de Garfield, había estado todo este tiempo frente a sus narices.
“No tenemos idea de lo que sucedió en aquel momento, de dónde vino, de qué barco, no sabemos si cayeron varios contenedores al agua o solo uno“, explicó Fabien Boileau, director del Parque Natural Marino de Iroise, que también visitó la cueva.
El World Shipping Council, la asociación de fabricantes de contenedores, tiene conocimiento que tan solo en 2017, cayeron 1,390 contenedores al mar, pero la cifra podría ser mucho mayor tomando en cuenta, que muchos contenedores pudieron caer de los barcos sin darse cuenta. Lo que aumenta la probabilidad de que el océano albergue muchos más teléfonos de Garfield.