Muchas personas disfrutan de fumarse un cigarro de vez en cuando, mientras otras ya lo han convertido en un hábito. No estamos aquí para juzgar a nadie, más bien para compartir algo de información que podría ser de su interés.
Por si no lo sabían, el humo del tabaco contiene más de tres mil sustancias de las cuales 60 son carcinógenas. Este también genera entre 70 y 90 por ciento del cáncer de pulmón, además de casi la tercera parte del cáncer de vejiga, riñón, garganta, cáncer de mama y próstata.
En un comunicado emitido por el miembro del Consejo Mexicano contra el Tabaquismo, Juan Zinser Sierra, se informa que el consumo de tabaco en México se ha convertido en el responsable de al menos 30% de los casos de cáncer, que además ha causado más de 66 mil muertes al año.
Al mismo tiempo, el miembro del consejo dice que los gastos realizados para atender un cáncer por consumo de tabaco en el Sistema de Salud rebasan los 12 mil pesos al año; mientras que la atención médica de un caso de cáncer de pulmón asciende en promedio hasta 102 mil 215 pesos al año.
Zinser también agregó lo siguiente:
“El factor de riesgo número uno, conocido y evitable, para el desarrollo de cáncer es el tabaquismo, responsable de por lo menos el 30 por ciento de todos los casos de cáncer.
Específicamente, el 70 por ciento de los cánceres de pulmón, laringe, faringe y boca están asociados al consumo de tabaco, una adicción arraigada en muchas familias a pesar de todos los daños que provoca.
Al año, en México 16 mil 408 personas son diagnosticadas con algún tipo de cáncer relacionado al tabaquismo, el cual se considera causante de los 15 diferentes tipos de cáncer.”
Para poder reducir los casos de cáncer en México, el director de Políticas Públicas de la Fundación Interamericana del Corazón México, Erick Antonio Ochoa, sugiere que es necesario fortalecer las políticas públicas y además incrementar los ambientes libres de humo.
Tal vez es hora de tener nuevos hábitos en nuestra vida diaria, o al menos no tan dañinos. Después de todo, nadie quiere tener una vida corta y mucho menos, terminarla con mal como el del cáncer.
Vía sinembargo