Durante nuestra corta estancia en este mundo nos toca aprender todo tipo de lecciones. Algunas de estas son sencillas y otras no tanto. Sin embargo, la historia de un hombre nos muestra que hay ciertas cosas que deben entenderse antes de que cobren precios muy altos.
Clifford Ray Jones, un estadounidense de 58 años, estaba conduciendo por la autopista Interestatal 75, que se encuentra en Detroit, cuando decidió que era el momento idóneo para darse placer sexual con la ayuda de su teléfono. Sin pensar mucho en las consecuencias, el sujeto puso una mano al volante y la otra “a la obra”, desviando la mirada del camino varias veces y cavando su propia tumba en el proceso.
Poco fue el tiempo que pasó antes de que su Toyota 1996 chocara y expulsara al pobre Clifford por el parabrisas, haciéndolo volar varios metros hasta su fatal destino. Cuando la policía acudió a la escena, el cuerpo muerto de Jones se fue hallado sin pantalones.
De acuerdo con lo que se reportó en Detroit News, las autoridades del estado de Michigan dijeron que era el incidente de esa clase más extraño con el que habían lidiado. Afortunadamente, nadie más salió lastimado tras este suceso.
“Normalmente vemos gente que iba maquillándose, haciendo diferentes cosas relacionadas con la higiene, leyendo un libro, pero casi todo se debe al hecho de que hay demasiada tecnología ahí a la que ponen más atención mientras conducen un auto”, dijo el Teniente Mike Shaw, de la policía.
¿Qué más podemos decirles? No queremos estar dándoles explicaciones de cómo deban de llevar su vida pero tampoco nos gustaría saber que, por andar viendo porno, alguien más saliera despedido de su coche, lo encuentren desnudo de la mitad del cuerpo para abajo y sin vida. Tal vez hay que establecer ciertas prioridades a la hora de hacer un viaje.