La vida trata de maneras misteriosas a ciertas personas. En un momento sienten que están en la cima del mundo (probablemente) y, después de un breve instante, tienen que fingir su propio secuestro para librarse de pagar una apuesta que hicieron durante el Super Bowl.
Robert Brandel es un hombre de 60 años que tenía mucho que perder si Los Angeles Rams no ganaban el partido. Para su mala fortuna, así fue; los Pats se los llevaron de calle y este señor se quedó con una deuda de más de 50 mil dólares, que equivale a casi un millón de pesos.
Soñaste en grande, Bob…
De acuerdo con los reportes de la Policía de Nueva York, Brendel fue encontrado en el asiento trasero de un vehículo, atado de pies y manos y con una mordaza. Cuando lo liberaron, él explicó tranquilamente que había sido secuestrado y despojado de todos sus bienes materiales, incluida la lana con la que pensaba pagar la apuesta.
El plan del sujeto era casi impecable, pero había un pequeño problema: su actitud era demasiado serena como para haber atravesado una experiencia tan desagradable. Eso hizo que los oficiales sospecharan que ahí había gato encerrado.
Así fue como las autoridades abrieron una carpeta de investigación, ya que la declaración de Bob no fue lo suficientemente sólida como para considerarse creíble. Según él, dos sujetos lo habían amenazado con una pistola y le habían robado muchísimo dinero, pero cuando se le preguntó qué hacía con más de 50 mil dólares en mano, el hombre ya no supo que responder.
Finalmente, el falso testimonio de Robert causó que le levantaran cargos por fraude y por realizar un reporte falso a la policía. Él no sólo quedó como un hablador por haber apostado tanto dinero, sino como un sujeto fraudulento y cobarde por intentar engañar a la policía.
La lección de vida de esta historia se explica por sí misma, así que no hay mucho más que agregar. Tal vez la próxima vez se lo piense dos veces antes de intentar zafarse de sus responsabilidades.