Por si estaban pensando en deshacerse del payasito llorón o los angelitos risueños que su abuelita les regaló con tanto afecto, quizás en el futuro valga algo más que buenos recuerdos. Lo más seguro es que no. El caso es que una estatua que muestra a un hombre con un inocente gesto fue vendida en más de 17 millones de dólares.
Claro, la escultura posee alta calidad de manufactura y, principalmente, representa a uno de los personajes más polémicos del pasado siglo: Adolfo Hitler. La pose en la que fue inmortalizado el autor de Mi Lucha es una con la que poco se le puede asociar: de rodillas, con las manos entrelazadas y una mirada seria.
“Extremadamente potente y desconcertante. Desafió los tabúes de representación por disfrazar el mal encarnado bajo un manto de inocencia”, definió el vicepresidente de la sección de Posguerra y arte contemporáneo de Christie’s, Loic Gouzer.
La obra titulada Him (Él), realizada por el artista italiano Maurizio Cattelan, consiguió ser vendida en la exorbitante suma de 17.18 millones de dólares, esto en una subasta organizada por la casa Christie’s. Al igual que muchos, Gouzer piensa que el hecho de que alguien pudiera pagar tanto por tener a Hitler en pose de niño de primera comunión es algo irracional. Él, más elegantemente, lo explicó así: “es incomprensible que a alguien le guste contemplar la encarnación del mal en su casa”.
Por su parte, Cattelan, afirmó que en mil ocasiones pensó en destruir la escultura realizada hace más de 15 años… y mil veces cambió de idea. Mejor para él: en 2012 fue expuesta en el Museo Guggenheim de Nueva York y, ahora, logró ser vendida en una millonada… algo que hubiera sido difícil años atrás, pero que ahora encontró un buen momento, comentó Gouzer.
*Vía La Vanguardia