Desert Flood o inundación del desierto es una exposición que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y la importancia del agua como un recurso vital, que cada vez está menos a nuestro alcance.
Se trata, sin duda, de una de las exhibiciones más interesantes que se han instalado en nuestra ciudad.
Esta muestra está ubicada en Lago-Algo, un espacio cultural de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec.
En los últimos meses, este paraíso se ha convertido en un referente para aquellos capitalinos que están hábidos de nuevas propuestas artísticas y gastronómicas.
Y es que Lago-Algo es un rincón casi secreto que nos permite pasar el día frente a uno de los pocos ojos de agua que quedan en la ciudad acompañados de un libros, nuestra mascota, una cerveza artesanal y las ganas de explorar las nuevas tendencias musicales y performances poco ortodoxos.
¿De qué se trata Desert Flood?
La exposición nos ofrece una guía interactiva por nuestra pésima relación con el entorno que nos rodea. Aquí descubriremos, la importancia de respetar las diversas formas de la naturaleza.
Tras siglos y siglos de usar los recursos para favorecer los caprichos sociales e individuales, hemos llegado a un punto de inflexión en el que nos estamos acabando nuestras propias fuentes de supervivencia.
Es así como cada vez se extinguen más animales, se eliminan ciclos de vida de la faz de la Tierra y el agua se vuelve más escasa, al punto que los desiertos han comenzado a sustituir a las selvas y a los bosques.
Con este marco teórico, Dersert Flood nos invita contemplar un futuro distópico a través de las piezas de tres artistas cuya poética está relacionada con la participación del humano en los grandes problemas que se avecinan si no transformamos nuestro rumbo dramáticamente.
¿Qué podemos ver en Dersert Flood?
Aunque la exposición no es muy grande, es lo suficientemente rica en contenido para cambiar nuestra percepción sobre la realidad.
Cada pieza nos invita a dialogar con la importancia de ver más allá del presente que se nos impone.
En la primera sala podemos admirar el trabajo de Gabriel Rico, que para la ocasión creó una instalación llamada Cantidades Salvajes.
Una serie de móviles de bronce y luces de neón que tiene la forma de símbolos ancestrales y modernos que van desde letras hasta iconografías de religiones.
La intención de este espacio es constatar nuestra relación con el lenguaje y con lo objetos no animados, como esculturas humanoides que nos recuerdan a los robots de Issac Asimov.
Por su parte, en el segundo salón, se exhibe una pieza bastante asombrosa de la artista suiza Claudia Comte.
Este espacio es sin duda el que más visitas recibe, ya que hace referencia directa al proceso de desertificación del mundo y la gran indiferencia que existe en torno a los problemas evidentes.
Para crear esta obra se trajeron más de 30 toneladas de arena de Veracruz y se instalaron un buen grupo de esculturas en forma de cactus que fueron hechas con mármol, el mismo material que se usó para crear la famosa estatua del David.
La experiencia termina con una cartel en luces de neón azul creado por el colectivo SUPERFLEX de Dinamarca, que plantea en letras inmensas, una premisa esencial: TODOS ESTAMOS EN EL MISMO BARCO.
Esta última parte nos ayuda a comprender la paradoja de nuestra época, hay lugares que se secan y lugares que se inundan.
Datos generales de Dersert Flood
¿Cuándo se puede visitar? De miércoles a domingo, de 10 am a 18 horas.
Dirección: Pista el Sope S/N , Bosque de Chapultepec II Sección, Miguel Hidalgo, Ciudad de México
***Entrada Libre
