Si son de los que desechan mails y peticiones de amistad hechas por millonarios solitarios, voluptuosas y deseosas (pero tímidas) mujeres o cualquier extravagante personaje que les garantiza una generosa retribución gratuita, síganlo haciendo… de lo contrario podría pasarles lo que a esta dama.
Corría el nada emocionante año de 2014 cuando una mujer de España, checó su nada emocionante página de “feis”. De repente ocurrió lo inesperado: sorpresivamente la contactó nada menos que el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohammed bin Rashid Al Makhoum. Claro, las personas que ya no creen ni en milagros de Navidad habrían mandado la petición de amistad directo a la basura… pero la médica de Marbella no y comenzó así una tórrida relación con el hombre que no encontró una identidad más difícil de suplantar.
Una vez dentro de sus contactos, el falso jeque comenzó a chulear toda característica de su inocente víctima y ya, una vez teniéndola a su merced, le ofreció matrimonio, garantizándole que, de dar su bracito a torcer, su vida cambiaría (nomás que no le dijo cómo) y, además, lo clásico del galán de barrio: “te saco de trabajar”.
Por supuesto, antes de dar el anhelado “sí”, la mujer pidió pruebas (y no precisamente de amor), pero el estafador ya tenía todo medido y a través de sabrosas videoconferencias en Skype, logró convencerla de que su romance era verdadero. ¿Cómo? Bueno, tampoco se esforzó tanto: sólo fue cuestión de utilizar una que otra aplicación para hacer que la imagen del buen Mohammed bin Rashid Al Makhoum coincidiera con la voz del cibergandalla. ¿En cuál idioma se comunicaban? No lo sabemos, lo que sí es que-según El País- la conversación se desarrollaba de forma “coherente, espontánea y perfectamente creíble”.
Si el asunto se hubiera quedado en eso, no hubiera pasado de una desilusión amorosa… pero el delincuente fue más allá y comenzó a solicitar dinero. No para gustos personales, claro, sino para ayudar a “sirios inocentes que morían en la guerra”. Ante la obvia pregunta de ¿pues qué no se supone que tienes mucho varo? El falso jeque justificaba que no le convenía involucrarse de manera directa, por tratarse de un asunto político.
Prometiéndole una compensación de 1.5 millones de euros si le echaba la mano, la mujer realizó diferentes depósitos e incluso llegó a entregar el dinero personalmente a un chalán de la falsa autoridad árabe. Fue hasta que su “prometido” no se presentó a una cita acordada en Madrid (porque según se fue a la inauguración del Mundial en Brasil) que la mujer comenzó a sospechar algo. La víctima entró en contacto con las autoridades correspondientes y así descubrió la estafa que le habían aplicado.
Aunque la mujer llegó a perder la suma de 800 mil euros, más le costó al falso jeque: él, junto con su ayudante, fue detenido y condenados a prisión… todo por dedicaba mandar “continuos mensajes de afecto y amor, con el propósito de vencer en ella [su victimas] su racional resistencia y conseguir ganarse su profunda confianza para así obtener dinero bajo las más insospechadas excusas”, señala el fallo del tribunal.
El jeque y compañía en realidad resultaron ser dos nigerianos que ahora pasarán un rato en prisión, acusados de estafa y blanqueo de capitales. Aunque el asunto ya lleva un buen rato en tribunales, fue en este mes que se confirmó la sentencia.