Una joven tuvo que ser llevada a emergencias debido a que tenía convulsiones, decía cosas muy acá y parecía tener superfuerza, en pocas palabras: Estaba poseída por Satán.
¿La razón? Estaba con sus amigos pasándola bien e invocando espíritus con una app de la Ouija porque, como sabemos, ahora las entidades del más allá se han modernizado y responden a smartphones.
Probablemente estaban sacrificando animales, bebiendo y comiendo en exceso, haciendo rituales de sangre, pura cosa bonita hasta que todo se complicó.
¿Todavía no nos creen? Acá está el video:
La joven, de nombre Patricia Quispe, tenía una fuerza enorme por lo que le complicó la vida a los paramédicos que querían controlarla además de que se aventaba frases que bien podrían ser parte de una rola de metal.
Ya saben, mucho cuidado con esas apps del demonio. Los próximos pueden ser ustedes.