Aunque por fin estamos en 2021 –y terminó el eterno 2020– la situación alrededor del mundo aún está complicada a causa de la pandemia. Al menos en México, las cosas con el coronavirus no mejoran; sin embargo, al parecer este año no dejará de traernos historias que nos levanten el ánimo cuando más lo necesitamos (y en tiempos tan complicados como los que vivimos), pues aún hay muchas personas dispuestas a ayudar a los abuelitos.
Así como muchos otros sectores económicos, los salones de fiestas se vieron gravemente afectados por el COVID-19. Muchos eventos que tenían programados se tuvieron que cancelar y eso mismo le pasó a Foresta en la CDMX que, ante este panorama, hizo recortes de personal así como de gastos, quedándose solo con algunas personas para laborar. Pero a pesar de eso, decidieron llevar a cabo una obra de caridad para los adultos mayores que más lo necesitan.
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Este salón de fiestas se está rifando con los abuelitos
Desde septiembre del año pasado este salón reparte alimentos a abuelitos de la capital chilanga. Según lo que mencionan son 100 comidas diarias las que ofrecen a aquellas personas de la tercera edad que están pasando por una situación complicada, o que por una u otra razón, no pueden pagar por algo que les quite el hambre. Aunque esos platillos también van para los trabajadores del lugar.
“Esta iniciativa fue creada por nuestros jefes. Desde que cerramos por indicaciones de las autoridades, ellos apoyaron también al personal con despensas y comidas aquí en el lugar. Un día uno de ellos dijo que sería bueno compartir esa comida (…) los directivos decidieron llevar su apoyo a los que más lo necesitan; declaró Karina Ávalos, directora comercial de Grupo Foresta para Milenio.
Karina también dijo en entrevista para Sopitas.com que todo esto nació en parte porque la situación está complicada y lamentablemente, no se les da trabajo a las personas de la tercera edad. Es por eso que para poner su granito de arena en un momento tan difícil como el que vivimos y en vista de que por el momento seguirán cerrados, decidieron apoyar regalándoles a todos esos adultos mayores una comida completa diaria.
Por supuesto que hay historias alrededor de esta iniciativa
Con una lona gigante, este salón de fiestas invita a los abuelitos a que pasen a tomar sus alimentos, que incluyen un guisado, una sopa o pasta y un refresco de 600 mililitros o agua de sabor. Pero quizá lo más gratificante de todo esto es que muchas personas tomaron lo que les ofrecen para comer y se han acercado a ellos; permitiendo conocer las historias de cada uno de ellos, como el caso de la señora Martha Reyes.
Ella es una señora que dependía económicamente de su esposo. Lamentablemente murió hace unos meses de un infarto y la mujer vive del poco dinero que le dan sus hijos, aunque a veces –y como dicen por ahí, “por no molestar”–, no les pide dinero para comprar despensa. Es por eso que Doña Martha camina junto a su hija más de 40 minutos desde su casa para recibir en un tupper un guisado para comer los próximos días.
Así que ya lo saben, si ustedes conocen a un abuelito o persona que se encuentre en una situación complicada o que de plano no tiene trabajo en este momento, no duden en mencionarles esta opción donde les darán comida completamente gratis.