Lo que necesitas saber:
El eucalipto es una especie de árbol que hace tiempo llegó a nuestro país. Tiene propiedades y características especiales y podemos verlo en diferentes puntos de la ciudad.
En la Ciudad de México contamos con una gran variedad de árboles. Por sólo mencionar algunos están los cipreses, pinos, jacarandas, encinos, colorines, araucarias y por supuesto el eucalipto. Un árbol originario de Australia que crece a gran altura y que posee ciertas propiedades medicinales que lo hacen único. ¿Dónde podemos encontrarlo? Esta es la ruta de los eucaliptos en la CDMX.
Muchos de los árboles que oxigenan la capital mexicana se trajeron desde otros países. Especies como la jacaranda, el hule, el pirul, el cerezo y otros tantos llegaron para hacer crecer la biodiversidad que tenemos a nuestro alrededor. El eucalipto australiano es otro buen ejemplo de ellos.
Se estima que en la ciudad hay más de 4,000 ejemplares de este árbol que, además de ser hermoso, ayuda a combatir las enfermedades respiratorias que en estas épocas sufre buena parte de la población. La palabra Eucalyptus viene del griego y significa “bien cubierto”. Este término hace referencia a su semilla que se encuentra encapsulada.
También es endémico de Nueva Guinea y pertenece a la familia de las mirtáceas, que además de su gran altura, se caracterizan por tener corteza escamosa y por ser aromáticas.
Las hojas del eucalipto son un gran remedio contra las enfermedades respiratorias, desde la tos, hasta el asma y también son la comida favorita de los koalas australianos.
Eucaliptos en la CDMX
No se puede precisar la fecha exacta de la llegada de los primeros eucaliptos a nuestro país o a la CDMX. Lo que sí sabemos es que la introducción de este árbol tan característico al suelo mexicano se ha dado en diferentes periodos históricos y para cumplir diferentes objetivos.
En 1874, una comisión del Consejo de Salubridad sugirió que se plantaran ejemplares de este árbol por sus propiedades purificadoras, con motivo de sanear tanto el suelo como el aire de la ciudad, que se veía afectada por varios casos de malaria y también con el propósito de desecar zonas pantanosas que había principalmente al este y al sur del Bosque de Chapultepec.
Las hojas del eucalipto son un gran remedio contra las afecciones respiratorias que van desde la tos, hasta el asma.
Para inicios del siglo XX, el ingeniero civil y ambientalista Miguel Ángel de Quevedo, también conocido como “el apóstol del árbol”, se preocupó por la forestación de la ciudad. En 1901 inició la campaña para fundar un servicio forestal nacional, planeando la plantación de árboles de todas las especies posibles, entre ellos el eucalipto. En 1907, Quevedo fundó los Viveros de Coyoacán.
La ruta de los eucaliptos en la CDMX
Bosque de Chapultepec
El bosque más grande de la Ciudad de México cuenta con alrededor de 40,000 árboles de más de 100 especies diferentes entre cedros, álamos, madroños, pinos, sicomoros, ahuehuetes, tepozanes y no faltan los eucaliptos que marcan el paisaje con sus largos troncos que alcanzan el cielo.
Viveros de Coyoacán
Este parque dedicado al cultivo de la flora es el primero de su tipo en México. Existe desde principios del siglo XX y se declaró como Parque Nacional en 1938.
En él se cultivan árboles de todo tipo y muchos de ellos se llevan a otros puntos de la ciudad. En los Viveros de Coyoacán los eucaliptos tienen su propia calzada.
Río Churubusco
Como su nombre lo dice, Río Churubusco anteriormente era un río que quedó entubado como muchos otros de la ciudad y desde hace mucho tiempo, tanto lo que fue el río como la hoy avenida, quedaron adornados con bellos ejemplares del árbol de eucalipto.
Tristemente, en tiempos recientes cada vez se pueden ver menos porque los han retirado por el riesgo de que caigan, debido a su gran altura y su poca raíz.
Parque Nacional Fuentes Brotantes
Los manantiales de este Parque Nacional son famosos entre los capitalinos. Es una reserva natural ubicada en la alcaldía Tlalpan que resulta un paraíso para los chilangos.
Ahí vamos a encontrar un refugio del ruido de la ciudad donde podemos darnos un respiro entre patos, tortugas y grandes ejemplares de árboles de eucalipto y algunos cedros que alcanzan gran altura.
Parque Nacional Cerro de la Estrella
Entre los árboles que se pueden admirar en este bosque que tiene excelentes miradores y una zona arqueológica donde antiguamente se celebraba el Fuego Nuevo, están los eucaliptos.
Ellos predominan en el paisaje, en el que además se pueden observar cedros blancos y pinos patula. Un gran sitio para ir a correr, practicar el senderismo y oxigenarse.
Y los eucaliptos no pueden faltar en los humedales de las zonas de Xochimilco, Chalco, Tláhuac y Texcoco. Si nos damos una vuelta por esos rumbos, no faltarán estos árboles enormes que adornan el paisaje y al mismo tiempo, se encargan de purificar el aire de la CDMX.
Eucalipto: una especie exótica invasora
Se ha llegado a considerar al eucalipto como una especie exótica invasora, porque llega a perjudicar la biodiversidad de los bosques al consumir grandes cantidades de agua y nutrientes que necesitan las otras especies. Este árbol es una especie de rápido crecimiento y propagación.
También se le considera como de alto riesgo debido a su gran altura y su falta de raíces para soportar vientos fuertes. Su caída se da sobre todo cuando tienen plaga o cuando ya están muertos, por eso se recomienda talarlos cuando alcanzan ese estado.
No todos los árboles son perfectos, pero esta especie con su aroma tan particular guarda su encanto especial. Esta es la ruta de los eucaliptos en la CDMX, con los lugares principales donde se pueden observar estos árboles, que son cautivadores y nos dan un buen respiro.