Desde 2011, Ricardo O’Farrill dejó lo que sea que estuviera haciendo para dedicarse al stand up comedy. Si pensamos, en México la comedia es todavía un género que no ha logrado solidificarse pero sí consiguió un impulso muy grande por una razón: la gente se atrevió a hacerlo.
Hacer reír a la gente no es cosa sencilla y escribir sobre lo cotidiano para luego hablarlo de frente a un público parece tampoco ser tan fácil como aparentemente se ve, pero eso no les ha impedido a toda una nueva camada de comediantes abrirse paso y poco a poco, crear una comunidad que va siendo aceptada y consumida por públicos diferentes.
Si algo ha ayudado a que el éxito de muchos jóvenes comediantes mexicanos crezca como espuma, es no sólo esa red en la que todos decidieron tomarse de las manos para flotar juntos, sino que supieron aprovechar los medios que tenían a la mano y surfear sobre ellos sobre una masa inmersa en la era digital.
Si bien Netflix ha sido una plataforma de sumo peso de ayuda para la comedia en México (y el mundo), realmente no lo es todo, o al menos así lo deja claro Ricardo O’ Farrill, quien sin esperar nada y con todas las ganas (como el mismo describe) de sacar ya su material, se aventó la primera producción original de un show en vivo junto a Casa Comedy TV.
La música que escuchamos, esas señoras que siempre ven fantasmas, lugares feos de México que nadie nunca pisaría, Juan Gabriel… O’ Farrill dejó en este show lo mejor que había estado guardando.
Y si todos se preguntan, ¿por qué en Pachuca? Ricardo les dice: “Exacto”.
Del creador de “Esas botellas no se acaban solas”, llega “Everybody’s in the club” y por acá podrán escuchar más: