Dicen que las langostas son uno de los platillos más exquisitos del mundo, sin embargo y como toda obra culinaria, para lograr que estén en su punto, se necesitan de ciertas condiciones, en este caso… que las langostas se hiervan vivas.

Para muchos (sobretodo para los defensores de los animales), la idea de hacer sufrir a una langosta es simplemente atroz. ¡Y es entendible! Sin embargo, y tratando de ser lo más objetivos posibles, ¿qué otra alternativa tienen los que gustan de este peculiar -y caro- platillo?

Parece ser que la respuesta la tiene Charlotte Gill, la dueña del Legendary Lobster Pound, un restaurante donde, como su nombre lo dice, la langosta es su plato fuerte principal. Según Gill, la marihuana podría ser una gran método para evitar que estos crustáceos sufran. 

En una entrevista ofrecida a Mount Desert Island, Gill dijo que no solo es dueña del restaurante y se dedica a mandar a las langostas al agua hirviendo, sino que es una fiel defensora de los derechos de los animales. Así que ¿cómo balancear sus principios con su negocio? Exacto, no haciéndolos sufrir.

“El animal ya va a ser asesinado. Es mucho más humano hacerle amable el trayecto“, dijo.

Charlotte Gill está convencida de que este método ayudaría a las langostas con su dolor, ya que ella misma probó este experimento con Roscoe, una langosta particularmente agresiva a la que metió a una caja y le sopló algo de marihuana, con lo que el crustáceo logró tranquilizarse (aunque no sabemos si fue solo una alucinación de Charlotte).

Hasta el momento, como señala The Guardian, no se ha logrado comprobar la forma en que estos animales sienten dolor, son embargo, el El Dr. Robert Elwood, de la Queen’s University de Belfast, señaló en un estudio que las langostas se alejan de los estímulos de dolor, como el calor, pero no está claro si es meramente un reflejo. Además indicó que los sistemas nerviosos de los crustáceos son muy diferentes a los de los humanos.

No podemos probar el dolor en ninguna especie animal. Solo puedes hacer estudios y si son consistentes con la idea de dolor, comienzas a pensar que tal vez deberíamos darles el beneficio de la duda, dijo Elwood.

Gill posee una licencia para poder consumir marihuana medicinal y aunque no está comprobada su teoría, cree que es algo que vale la pena intentar, por lo que planea preparar a todas sus langostas usando un poco de humo de hierba… aunque primero le preguntará a los clientes si quieren o no que lo haga.

 

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