Días van, días vienen y lo único que nos ha quedado claro en este punto de la vida es que los youtubers harían cualquier cosa por obtener reproducciones en sus videos y ser famosos, incluso si tienen que humillar a otra persona para conseguirlo. A pesar de que muchos lo consiguen por razones equivocadas (como el tipo que ya se besó con su hermana y su mamá), hay otros a los que la vida no les sonríe tanto y les da una lección para que aprendan a no utilizar el sufrimiento de las personas a su favor.
Ese fue el caso de Kanghua R, un joven de 21 años de edad originario de China, residente en Barcelona y creador del popular canal ReSet, que fue condenado a 15 meses de prisión por un delito contra la integridad moral, esto después de que humillara a un hombre en situación de calle al regalarle un paquete de galletas rellenas de pasta dental y grabara el momento en el que las come para después subir el video a su canal. ¿Lo mejor? que el chico no podrá utilizar YouTube en los próximos cinco años.
Kanghua R. se dedicaba a subir a su canal videos de retos y bromas pesadas, la última fue la que hizo a finales de 2017 cuando en su afán de “ayudar a los pobres“, le regaló a un señor en situación de calle 2o dólares y un paquete de galletas que había alterado, quitándole la crema que tenían y cambiándola por pasta dental. La avalancha de malas ideas culminó cuando este joven subió el video a la popular plataforma, en donde todos se le vinieron encima por considerar su acción como desagradable y desalmada.
Aunque después bajó el video y salió a disculparse -más por el hecho de las críticas que recibió y no por lo que había hecho- las autoridades de Barcelona hicieron un juicio en su contra para que le dieran a ReSet una condena de 2 años en prisión por los daños morales que le provocó al señor, algo que el chico alegaba, era una medida muy exagerada de personas que no tenían sentido del humor, ya que él se dedicaba a hacer contenido de ese tipo y que además, nadie veía la buena acción que también había hecho.
“Se siente bien cuando ayudas a una persona. A lo mejor me habré pasado un poco en la parte de Oreo con pasta dental, pero, mirando el lado positivo, eso le ayudará a limpiarse los dientes, que supongo que no se lava los dientes desde hace un par de días o desde que se volvió pobre” dijo el chico al final del video que enterró su carrera en Youtube.
De hecho, Kanghua estaba tan “arrepentido” que unos después le dio a la hija de Gheorge L, el hombre en situación de calle, 300 euros (unos 6500 pesos) y le propuso pasar una noche junto a él, durmiendo en la calle: “Le propuse que yo iba a ser un vagabundo más ese día. Me dijo que sí y hasta se puso a llorar”, confesó. Sin embargo, las autoridades creen que el dinero en realidad se lo dio para que Gheorge y su familia no tomaran acciones legales en su contra, ya que el señor se enfermó por ingerir una buena cantidad de pasta para dientes.
Al final lo único que es un hecho es que esta “broma pesada” sólo le dejó al youtuber 15 meses de prisión -que no cumplirá por no tener antecedentes penales- una indemnización de 20 mil euros que tendrá que pagar al hombre que humilló y una orden de restricción de YouTube dentro de los próximos cinco años, en los que no podrá ni crear cuentas nuevas ni accesar a la plataforma.
Ya ni hablar del éxito que ha perdido este personaje dentro de la comunidad de internet, pues en un año sus videos pasaron de tener 120 millones de reproducciones a solo 4, lo cual a su vez provocó que Google dejara de pagarle los casi 43 mil pesos que le daba por publicidad, la única fuente de ingresos que tenía luego de haber dejado la escuela para dedicarse a la creación de contenido digital.
A pesar de todo, Kanghua R está convencido de que todo lo que le ha pasado no ha sido culpa más que de la prensa, quienes le dieron mucha importancia a la “broma” que hizo: “Esto me ha hundido bastante. Mis vídeos generaban publicidad y con eso ganaba dinero. Mi cuenta ahora no vale nada. Mi canal cayó en picada”, dijo durante el juicio, donde se comportó como un puberto que esperaba, se le tuviera clemencia y todos comenzaran a reír con sus ocurrencias, pues siempre ha afirmado que nunca ha sido muy listo y que no piensa las cosas que hace.
Foto destacada: MASSIMILIANO MINOCRI/ El País