En este mundo loco, los amigos pueden ser personas fantásticas con las cuales compartir nuestra vida, pero también pueden ser seres viles que nos atacan cuando estamos desprevenidos. Como un ejemplo de lo segundo, tenemos a un pobre sujeto que, después de dormir una siesta, despertó con no menos de 10 dildos pegados en la espalda.
Esta extraña pero divertida anécdota ocurrió en Brasil. Un hombre llamado Abdias Melo estaba pasando una noche “agradable” con sus camaradas, pero cuando se fue a la cama, éstos no tardaron en tenderle una trampa mortal; una que incluía pegamento de alta resistencia y una decena de juguetes sexuales.
Así fue como estos malos amigos ejecutaron su plan. Mientras Abdias dormía, ellos pegaron cuidadosamente los dildos y grababan la hazaña con un celular. Para cuando la víctima despertó, parecía una especie de puercoespín cuyo colorido sistema de defensa causaría más placer que dolor. ¡La verdad es que se veía muy gracioso!
Desafortunadamente (al menos para Melo), la historia no terminaba ahí. Al ser incapaz de remover los penes de plástico, nuestro amigo tuvo que correr a urgencias para que los profesionales se hicieran cargo. Obviamente, acudió con una sábana cubriendo su espalda, ya que hubiera sido muy vergonzoso que la gente lo viera así.
El incidente, como podrán imaginar, fue subido a las redes sociales y ha comenzado a hacerse viral. Como era una historia de esas que internet adora contar, no resistimos el impulso de compartirla con los lectores. Esto con su respectivo video, que nunca puede faltar:
¿Existe una moraleja para este relato? Por supuesto que sí: nunca se vayan a dormir cuando estén cotorreando con sus amigos más maldosos. Nunca saben cuando pueden ponerse “creativos” y jugarles una broma de este tipo y aparecer en nuestra sección de Mientras Tanto.
