Mucho se habla del nuevo furor en el mercado de bebidas: la cerveza sin alcohol. Satanizada por muchos, amada por otros, la pregunta que mucha gente se hace es: ¿como por qué tendría que probar una cerveza, si no tiene alcohol? Acá te van algunas razones bien importantes de por qué deberías darle una oportunidad a una de estas chelitas bien, bien frías:
Justo eso… ¡es sin alcohol!
Para muchos la chela es un gusto más bien adquirido, y es que no podrás negar que posiblemente las primeras veces que la probaste como que no te supo tan bien como ahora, pero una vez que le agarras el gusto, es de esos acompañamientos que no pueden faltar en una buena comida. Imagínate esa bebida refrescante, súper fría, tal vez hasta con algún jugo de tomate, limón, y con el mismo sabor pero sin el alcohol. Eso definitivamente evitará que te puedas meter en conflictos en la oficina o incluso en la calle.
Bebida natural
Aunque no lo creas, la cerveza es de las bebidas más naturales que hay: está hecha únicamente con agua, cebada malteada, lúpulo y levadura, lo que la convierte en una bebida sumamente refrescante e hidratante para cualquier momento del día. Desde una tarde tranquila en tu casa, o una noche de amigos, hasta una comida en la oficina, o bien, llegando a tu casa después del gym.
Ácido fólico
No, no importa que no seas una mujer embarazada. El ácido fólico es un nutriente esencial que a todos nos beneficia, ya que previene la anemia y, como bien sabemos, también ayuda mucho a mujeres en general y sobre todo durante el embarazo, previniendo malformaciones en el tubo neuronal de los fetos.
El chiste de disfrutar una chelita bien fría, no es el de ponerte hasta atrás; mejor dale una oportunidad a la Heineken 0,0 y tal vez en la siguiente fiesta que vayas, ve campechaneando una y una y nos cuentas al día siguiente cómo te fue en la feria.