A la hora de hacer ejercicio, uno piensa que un estómago vacío trae más de una ventaja a nuestro cuerpo (como quemar más calorías y esas cosas). Es cierto que no es fácil correr o hacer otras actividades justo después de haber terminado de comer, pero al mismo tiempo, aventarse a hacer un esfuerzo físico grande sin haber echado nada de combustible al tanque no es precisamente algo beneficioso.

Primero hay que comenzar con los hechos: sí se puede quemar un 20% más de grasa extra si uno se ejercita “al vacío”, y de hecho, hasta se hizo una publicación en British Journal or Nutrition con un estudio que lo explica perfectamente. La preguntas aquí son si eso realmente vale la pena o cuáles son las consecuencias por hacer algo así.

Según lo que dice Kelly Pritchett, una especialista en medicina deportiva, cuando una persona realiza actividades físicas como correr largas distancias u otros esfuerzos grandes (gym, ejercicios caseros o en parque, etc.), normalmente recurre a una reserva de carbohidratos llamada glucógeno. Esta tiende a terminarse más fácilmente si se ejercita con el estómago vació y es ahí donde entra el exceso de grasa que uno busca perder.

Matarte de hambre tiene sus consecuencias

Todo parece perfecto con esa rutina, ¿no? Sin embargo las cosas no son tan sencillas. Cuando el organismo percibe que se le está proporcionando una cantidad menor de alimento, este técnicamente entra en estado de emergencia y comienza a quemar las mínimas calorías posibles para así compensar todo lo que se ha perdido. Es como si dijera: “Oh no, ¡Me estoy muriendo de hambre! ¡Debo guardar algo para el apocalipsis desde ahora!”

En resumidas cuentas, el tratar de saltarse una o dos comidas cuando se sigue una rutina de ejercicios puede traer a nuestro metabolismo totalmente contrario al que deseamos. El estudio de la revista American Journal of Clinical Nutrition tiene un poco más de detalles acerca de cómo funciona esto, por si quieren la información más específica.

¿Por qué es mejor comer antes de ejercitar?

Bueno, ademas de evitar la horrible consecuencia que acabamos de mencionar, echarse un bocadillo ligero antes de entrar en acción también los ayuda a combatir el hambre. Ya sabemos que es lo más obvio, pero hay que meditarlo bien; las nunca falta aquel momento en que mientras están haciendo abdominales, de repente surge esa hambre traicionera que esté casi obligándolos a correr por un volcán al pastor de esos que pesan como medio kilo.

No se olviden de los músculos

Otra vez señalando algo totalmente obvio: no se pueden ver como Dwayne “The Rock” Johnson si se la pasan haciendo ejercicio y se saltan las comidas. El cuerpo necesita material para poder desarrollar tejido muscular y que este se moldee como ustedes desean, y este puede ser encontrado en la carne de los animales o incluso en algunas semillas y hasta insectos.

Por eso es que no deben matarse de hambre ni hacer ejercicio con demasiada intensidad, de lo contrario su organismo se pondrá a romper proteínas y lejos de tener el cuerpo de Conan, terminarán viéndose como el otro personaje con el mismo nombre.

Nacho Libre - Conan

Al menos se te marca el abdomen…

Trabajar sin energía no está padre

Toda acción tiene una reacción, y si se trabaja demasiado mientras se administran pocas fuentes de energía, lo más razonable es que el cuerpo nos ponga un alto. Es como cuando queríamos jugar nuestro Game Boy, pero a fuerza con las mismas pilas; está medio difícil así, ¿no creen?

Para despedirnos, sólo queremos decirles que al final son ustedes quienes deciden cómo van a tratar a su cuerpo y los sacrificios que harán para estar en forma. Simplemente les aconsejamos que ante toda actividad, siempre tomen en cuenta que su salud está primero.

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